Vivimos en una sociedad en la que es más común resaltar las imperfecciones de los demás que aplaudir las cualidades positivas, lo cual deriva en relaciones frías y hostiles. Esto precisamente ocurre con los niños pequeños, y es que desde que nacen debemos decirles tanto las cosas buenas como las malas. Pero eso sí, siempre con moderación. Te contamos las ventajas y riesgos de elogiar a los niños.
Ventajas del elogio en niños
Nadie nace sabiendo, por lo que los niños no saben diferenciar el bien del mal a edades muy tempranas. Enseñarles a distinguir entre lo bueno de lo malo va a ser una tarea para la cual vas a utilizar dos herramientas indispensables: el castigo y la recompensa. Está claro que cuando riñas al niño va a comprender que ha hecho algo mal, pero para saber cuándo ha hecho algo bien tendrás que elogiarlo.
Recibir un elogio no sólo sirve para aprender el camino correcto, sino también para sentirse mejor con uno mismo. El hecho de que resalten sus cualidades positivas contribuye a que los niños se sientan valorados y, por supuesto, los motiva a realizar esa misma acción repetidas veces.
A todos nos gusta recibir comentarios amables sobre cuánto aprecian nuestro esfuerzo y dedicación. Puede que parezca una tontería, pero esas simples palabras nos hacen sentir queridos y estrechan el vínculo afectivo que tenemos con la persona que nos las manda.
Riesgos del elogio en niños
Lo primero que hay que tener en cuenta para comprender los riesgos que atañe el elogio es que únicamente es efectivo si se hace de manera puntual. El exceso de elogios puede traer consigo una serie de consecuencias negativas, y una de ellas es que se pierda su efecto positivo. Es decir, que deje de motivarle y no le haga sentir mejor.
Otro efecto negativo es que el niño entienda que todo lo que hace está bien y que apenas se equivoca, llegando a pensar que es el mejor en todo. Puede que de pequeño parezca un gesto muy inocente, pero una vez alcanzada la preadolescencia el niño contará con un ego que le dificultará las relaciones sociales, llegando incluso a sentirse excluido.
Por último, deberás tener en cuenta que el elogio es una forma de aprobación social. Es decir, cada vez que glorificas a tu hijo le estás haciendo ver que apruebas su conducta. En la etapa infantil es fundamental, pero el hecho de que sigas haciéndolo en exceso puede provocar que el niño busque permanentemente la aceptación del resto de personas, pudiendo tener graves problemas de autoestima. Lo mejor para remediarlo es la moderación, por lo que te recomendamos que siempre lo elogies en acciones concretas. ¡Verás cómo sólo tiene efectos positivos para tu pequeño!
En primavera la piel necesita un extra de cuidados para que sufra lo menos posible…
Este miércoles, la audiencia al completo de 'La Isla de las Tentaciones' se ha quedado…
Gabriela Guillén ha vuelto a la carga contra la figura del padre de su hijo…
Frank de la Jungla ha compartido un vídeo en el que relata cómo han sido…
Sandra Barneda y Nagore Robles vuelven a verse las caras más de un año después,…
Pese a que en las últimas semanas habían aumentado los rumores de una reconciliación entre…