Con la entrada en vigor de la nueva ley del Registro Civil que posibilita elegir el orden de los apellidos al inscribir al recién nacido en el Registro Civil, los padres asumen una nueva responsabilidad.
No es una decisión menor, los apellidos, como determina la ley, son elementos de identificación de la persona y, además, tienen un notable contenido simbólico. Como no es cuestión de recurrir a la solución más fácil, colocarlos por orden alfabético por ejemplo, conviene tener en cuenta algunos consejos para hacerlo bien.
Orden de los apellidos de los hijos
Garantizar la continuidad de un apellido era hasta no hace tanto tiempo el principal argumento para hacer valer el orden de los apellidos de los hijos, aunque éste dejara en clara desventaja a la madre porque, de manera sistemática se colocaba en primer lugar el del padre. El cambio legislativo que permite cambiar el orden de los apellidos se ha traducido, según datos del Ministerio de Justicia, en el doble de inscripciones en los últimos siete años con el apellido de la madre en primer lugar.
Al igual que el nombre del niño o niña es una decisión de los padres, ellos también tienen la última palabra a la hora de decidir cómo poner los dos apellidos.
¿Cómo decidir orden de apellidos?
Consenso. Es una premisa fundamental para que elegir el orden de los apellidos no se convierta en una fisuras en la relación de los padres. Es importante valorar los motivos, porque el orden elegido para el primer hijo, prevalecerá en el caso de sus hermanos. Toma nota de estos sencillos consejos que pueden servir de guía a los padres:
- A la hora de elegir el primer apellido un motivo a valorar es cuál de los apellidos de los progenitores tiene más riesgo de acabarse perdiendo. Tener un hijo varón ya no es la única manera de garantizar que el apellido familiar perdure, un paso más para la igualdad.
- Otro motivo para cambiar el orden de los apellidos es cómo suenan al combinarlos. En ocasiones, es la forma más fácil de evitar concordancias malsonantes.
- De igual manera, que suene mejor en combinación con el nombre es otro motivo para elegir uno o otro apellido.
- Si uno de los dos apellidos es más llamativo o menos común se puede valorar la posibilidad de colocarlo en primer lugar, como un signo más de identidad de la persona.
- Otra opción es combinar los apellidos de ambos padres como primer apellido compuesto.
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