Dislalia infantil: tipos que hay y cómo diagnosticarla

Dislalia infantil
Dislalia infantil: tipos que hay y cómo diagnosticarla. La dislalia infantil es la mala pronunciación de los niños y es uno de los trastornos del lenguaje más comunes en los primeros años de su vida. Existen diversos tipo de dislalias y hoy te los vamos a explicar en el blog al igual que la forma en la que puedes diagnosticar este problema en tu hijo. Al principio los bebés tienden a simplificar los sonidos y es algo normal pero a medida que crecen te será fácil de detectar si no pronuncia adecuadamente las palabras respecto a su edad y por tanto estaríamos hablando de algún problema relacionado con este trastorno.
La dislalia se define como la incapacidad de pronunciar correctamente ciertos fonemas, con lo que supone un trastorno en la articulación de dichos sonidos que es común entre los niños pero fácil de identificar. Suele darse en los niños de entre tres y cinco años.
 

Tipos de dislalia infantil

 

  • Evolutiva. Se produce en la fase de desarrollo del lenguaje y supone que el niño no sea capaz de imitar lo que escucha correctamente. Pero este desarrollo tiene varias fases y suele terminar con el que el niño pronuncia las palabras como es debido.
     
  • Funcional. Es bastante común y supone un mal funcionamiento de los órganos periféricos con lo que el niño articula mal el fonema. Esto supone que no pronuncie bien la doble r, que reemplace la s por la z, o la r por la d.
     
  • Orgánica. El niño tiene problemas para pronunciar algunos fonemas por un problema orgánico, es decir, cuando éste tiene alguna alteración en las neuronas cerebrales o alguna malformación en los órganos del aparato fonador.
     
  • Audiógena. Se deriva por problemas auditivos, con lo que si tu hijo padece algún tipo de sordera infantil, el niño no puede pronunciar bien los fonemas como es lógico.
     

Cómo diagnosticar la dislalia infantil

 
Diagnosticar una dislalia es algo muy fácil ya que se ve simplemente cuando nos percatamos de que un niño no pronuncia bien algunas palabras, como por ejemplo, que diga “tes” en vez de “tres”.
 
Los bebés comienzan a hablar emitiendo los sonido más fáciles, como la m o la p (por eso papá y mamá suelen ser de sus primeras palabras) y en los primeros meses de vida tienden a simplificar los sonidos para que les sea más fácil pronunciarlo, y por eso dicen “pete” en vez de chupete. Que ocurra esta mala pronunciación en los menores de cuatro años es algo normal, pero si este problema perdura es cuando ya es recomendable acudir a un especialista, es decir un logopeda, ya que le problema, probablemente, no se solucionará por sí solo.

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