Día Mundial Sindrome de Down: No soy tan distinto a ti. El Síndrome de Down no es una enfermedad, simplemente es una alteración genética que afecta de manera excepcional a uno de 800 nacimientos. Una discapacidad intelectual que no impide en modo alguno que puedan desarrollar sus cualidades y tener sus proyectos vitales como cualquier otra persona. Éste es el mensaje que quieren hacer llegar, con motivo del Día Mundial, desde Down España, para recordarnos que ‘Tengo síndrome de Down pero no estoy enfermo’, ‘Tengo sueños y proyectos, aunque necesitaré un poco de apoyo’.
El síndrome de Down o trisonomía del crosomona 21 se diagnostica en un pequeño porcentaje de uno de cada 800 recién nacidos. En nuestro país, 34.000 personas presentan esta alteración genética espontánea que define al síndrome de Down, una discapacidad intelectual que nada tiene que ver con la raza, el género o la condición socioeconómica, tal y como recuerdan desde la organización Down España en un día importante para concienciar y para informar de que todos somos iguales y que tener síndrome de Down no es una barrera para crecer y desarrollarse como persona. La única diferencia, ellos tienen un cromosoma más. Un día que en nuestro país se celebra bajo el lema ‘Tengo síndrome de Down y no soy tan distinto a ti’. Un día para hacer visible una discapacidad, no una enfermedad, que no resta derechos, como se muestra en la campaña de Down España para sensibilizar y desterrar falsas ideas y trasladar una imagen real de las personas con síndrome de Down.
Una fecha que este año además podrá llevar su mensaje más lejos, ya que este año ha sido reconocida por Naciones Unidas atendiendo las demandas de organizaciones de todo el mundo. El síndrome recibe el nombre de Down por el médico británico que en el siglo XXI, John Langdon Haydon Down, describió sus características clínicas, aunque sin poder desvelar su origen. Eso sería en el siglo XX, cuando un investigador francés identificó la alteración del cromosoma 21. Su incidencia está relacionada con la edad de la madre y el retraso de la maternidad, siendo realmente el único factor de riesgo que se ha podido constatar. La amniocentesis es una de las pruebas médicas que se realiza para su detección durante el embarazo.
El síndrome de Down no requiere un tratamiento como tal, salvo en el caso de que aparezcan patologías asociadas como cardiopatía congénita, problemas auditivos o visuales, entre otros. Sí es conveniente, para el desarrollo de sus capacidades y del sistema sensorial y motor, un programa de atención temprana en el caso de los más pequeños.