La presentadora ha subido a Instagram unas fotos donde aparece con hojas de col en los pechos, una semana después de dar a luz.
Cristina Pedroche dio a luz el pasado 14 de julio a su primera hija, Laia Pedroche Muñoz. Una preciosa niña que ha llenado de alegría su hogar y el de su marido Dabiz Muñoz. Pero a pesar de su felicidad, la maternidad está resultando ser una época llena de cambios y dificultades, que la presentadora no ha dudado en compartir con sus seguidores.
Para normalizar de una vez por todas los baches de la maternidad, La Pedroche no ha dudado en compartir su experiencia como primeriza en sus redes sociales. En un emotivo mensaje subido a Instagram, la estrella de las campanadas se ha sincerado y ha confesado que sus primeros días de lactancia han sido duros.
“Me pongo a escribir esto ahora que veo la luz al final del túnel, porque antes no hubiera podido”, comentaba. En varias entrevistas durante su embarazo, la presentadora había asegurado que daría el pecho a su hija. Pero lo cierto es que no ha resultado tan sencillo como ella creía. “Lactancia. Qué bonito me sonabas cuando estaba embarazada, qué “fácil” parecía”.
Hojas de col en el pecho tras la lactancia
Continuaba añadiendo: “Me enfrentaba a cada toma con miedo, dolor, lágrimas, dudas de si podría con ello, si tirar la toalla (…) He necesitado mucho tiempo para entenderme y tener la certeza de que lo estaba haciendo bien”. En apenas una hora la publicación acumulaba casi tres mil comentarios a favor y en contra de la opinión de la colaboradora de Zapeando.
Cristina Pedroche acompaña su publicación con un carrusel de fotos en las que la joven mamá, aparecía con unas hojas de col en los pechos. Un remedio casero, que ha sorprendido a sus millones de seguidores, pero que durante generaciones ha sido muy utilizado y efectivo para la inflamación mamaria.
Desde hace décadas son muchas las mujeres, que aconsejadas por sus madres o abuelas, aplican hojas de col en sus pechos durante la lactancia. Todo indica que colocar una hoja de col en cada seno, debajo del sujetador, ayuda a reducir la congestión mamaria y aliviar las molestias. Es importante que las hojas estén limpias y frescas, además deben estar frías. Con una hora metidas en la nevera es suficiente, para después utilizarlas durante unos 20 minutos.
A pesar de que no existen evidencias científicas, muchas madres del mundo aseguran que este truco casero funciona y calma la inflamación de las mamas. No obstante es importante recordar que no se debe abusar de este método. Pues el frío puede contraer los conductos mamarios y hacer que la leche fluya peor.
Una vez más Cristina Pedroche nos ha enseñado un truquito nuevo. Seguro que poco a poco irá superando sus obstáculos como primeriza, pero lo que está claro es que nosotros aprenderemos mucho con ella.