Ser padres primerizos puede convertirse en la prueba más importante de vuestra vida, pero lo cierto es que ser padres es una gran responsabilidad siempre, independientemente de la edad de los hijos, un papel que uno va aprendiendo a medida que lo desempeña. Cierto es que las dudas e incertidumbres son mayores entre los padres primerizos, más proclives incluso a alarmarse y a sentirse desbordados.
El nacimiento del primer hijo trae la mayor de las alegrías para los padres, pero también conlleva notables cambios y muchos interrogantes, por lo que es importante afrontar la crianza del bebé siguiendo unos sencillos consejos para hacerlo con más seguridad. Los libros para leer en el embarazo son una primera guía para ir afrontando la maternidad, pero hay situaciones para las que quizá no encontremos siempre la respuesta en los libros.
Desde cómo dormir al bebé por las noches a a reconocer por qué llora el bebé. Aprender a ser padres implica que cada día hay que afrontar nuevas situaciones, pero es importante hacerlo con entusiasmo y evitar que las dudas nos impida disfrutar del momento. En caso de sentirse desbordados, pedir ayuda, no estáis solos. Familiares y amigos no dudarán en aconsejar, apoyar y ayudar a los nuevos padres.
La leche materna es el alimento exclusivo para los recién nacidos hasta los seis meses de vida. No hay única postura para dar de mamar, ya que cada madre utiliza la que mejor se adapta a sus preferencias o circunstancias.
Durante los primeros meses es aconsejable que el bebé duerma en la habitación de los padres, aunque igualmente tendrá la suya preparada. Inicialmente es aconsejable colocar solo los muebles necesarios (cuna, cambiador, armario), e ir incorporándo nuevos muebles a medida que vaya creciendo. Recuerda que la habitación del bebé debe ser funcional y práctica. Por su parte, la elección de la cuna para el bebé es una de las cuestiones fundamentes. Debe ser amplia, confortable, estable y homologada, para garantizar su seguridad y buen descanso.
Conviene acostumbrar al bebé a quedarse dormido solo en la cuna, evitando que adopte la costumbre dormirse en brazos. Hay que establecer ciertos horarios y rutinas para ayudar al bebé a distinguir el día de la noche, aunque sin forzar los ritmos de sueño y vigilia del bebé durante los primeros meses. A lo largo de primer mes el bebé puede dormir hasta 16 horas al día, despertándose aproximadamente cada cuatro horas, sobre todo para comer.
Mantener el calendario de vacunas del bebé al día es fundamental para su salud. Para estar correctamente protegido necesitará varias dosis de recuerdo de casi todas las vacunas. El pediatra irá indicando las pautas correctas de aplicación según el calendario de vacunas para cada edad.
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