No siempre es fácil, pero forma parte tanto del desarrollo y educación de los hijos como de la convivencia en familia. Para ayudar a los padres, vamos a ver algunos consejos prácticos sobre como negociar con los hijos adolescentes y llegar a un pacto.
Llegar una hora más tarde a casa por la noche, ampliar el tiempo dedicado al ordenador o los videojuegos, ir a dormir a casa un amigo/a… Son solo algunos ejemplos de las demandas o reivindicaciones que, sobre todo a partir de una determinada edad, pueden empezar a hacer los hijos adolescentes. ¿Cómo actuar? Hay una primera premisa básica a la hora de aceptar o denegar una petición, y es que tan perjudicial es decir sí a todo como negarnos de manera sistemática. La clave, para llegar a un pacto, es consensuarlo todo. El diálogo es la herramienta para conseguir que la relación entre padres e hijos funcione mucho mejor y, sobre todo, para que consensuar determinadas cosas no constituya un motivo de enfado o pelea.
Cómo negociar con los hijos
Vamos a ver, a continuación, una serie de consejos básicos que pueden servir de ayuda a la hora de negociar con los hijos, especialmente cuando se encuentran en etapas que no son siempre fáciles, como la adolescencia.
- Negociar sobre los más variados temas es un excelente ejercicio que ayudará a nuestros hijos a ser más responsables y maduros. Hay que procurar, no obstante, que durante el proceso de negociación no perdamos en ningún momento la autoridad.
- Lo primero que debemos hacer, y esto es fundamental, es escuchar con atención sus propuestas y las razones por las que deberíamos decir que sí. Si nos parecen correctas, podemos aceptarlas, pero siempre seremos nosotros, los padres, los que impongamos las condiciones. De esta manera, evitaremos que el tema se nos vaya de las manos. Por ejemplo, como excepción (una fiesta de cumpleaños, por ejemplo), podemos aceptar ampliar el horario de llegada de casa, pero con la condición de que seremos nosotros los que le recogeremos a la hora estipulada o de que no apagara el móvil para localizarle si se retrasa.
- Una vez se llega a un acuerdo, es necesario que nuestro hijo se comprometa a cumplirlo. Es uno de los puntos más importantes de la negociación. Debe comprender que, para obtener lo que desea, también tiene que poner de su parte.
- Un último consejo, aunque no por ello menos importante. Recordar que en una negociación nunca debemos tolerar el chantaje, los malos modales o la falta de respeto. También es necesario dejar bien claro que hay temas que son innegociables.
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