Cómo hablar con tus hijos sobre su peso: Consejos y frases clave

Cómo hablar con tus hijos sobre su peso es una cuestión fundamental para los padres, cada vez más preocupados por enseñar hábitos saludables y prevenir el sobrepeso o la obesidad infantil. Enseñar a comer bien desde edades tempranas es la mejor manera de invertir en su crecimiento y desarrollo saludable.

Los hábitos saludables adquiridos en la infancia es más fácil que se mantengan en la edad adulta. Hablar de alimentación y nutrición es algo que como padres deberíamos hacer todos los días, a la hora de planificar, preparar o servir las comidas, para ir despertando el interés por las formas, texturas y sabores de los alimentos.

Curiosamente, según una encuesta sobre la salud realizada por WebMD/Standfor, desveló que para los padres de hijos adolescentes era más fácil hablar de sexualidad o alcohol que hablar con ellos sobre el peso.

Cómo hablar de obesidad a los niños

Hablar sobre el peso como una cuestión de salud, nunca de apariencia, y si tu hijo tiene un problema de sobrepeso, mostrar una actitud comprensiva, ya que de lo contrario (por ejemplo, con burlas, críticas o comentarios sobre su apariencia física) corremos el riesgo de que el niño o adolescente pueda desarrollar un trastorno alimentario como anorexia o bulimia.

Un estudio publicado en Eating & Weight Disorders constató que los comentarios inapropiados de los padres pueden causar daño emocional y derivar en atracones y otros desórdenes alimentarios.

Los temas sobre alimentación, salud y peso siempre hay que abordarlos con un enfoque positivo. Para ello también es importante elegir bien las palabras, evitando términos como dieta, por su asociación con la restricción de calorías, obeso o grasa.

Enseñar hábitos saludables a niños

Hablar menos y hacer más. Es la premisa clave. Hablar con los hijos de los retos para tener una buena salud, enfatizando los beneficios de estar sanos. Trabajar juntos, en familia, es la mejor manera de crear un ambiente a apoyo cuando tu hijo tiene sobrepeso. Entre los recursos que podemos utilizar:

Aumentar el tiempo de juegos al aire libre y reducir el tiempo frente a la pantalla.
Aumentar las comidas con toda la familia sentada a la mesa. Según un estudio de la Asociación Americana de Pediatría, las comidas en familia mejoran la calidad de la alimentación, al tiempo que protegen contra los trastornos alimentarios.
Acudir con tus hijos al supermercado para hacer una compra saludable.
Tener comida saludable en casa y no comprar refrescos.
Involucrar a los niños en la preparación de los alimentos.
Pactar las cosas dulces (comidas y bebidas) que se podrán comer en una semana.
Prohibir alimentos puede tener un efecto contraproducente y hacer que el niño esté menos motivados para hacer otros cambios en su alimentación.
Alentar y elogiar los comportamientos infantiles dirigidos a llevar un estilo de vida saludable. Programas actividades familiares, como dar un paseo en bici u organizar un picnic en el parque.
Dar ejemplo a los niños es clave, porque tienden a emular comportamientos. Así que será mucho más fácil que coman bien y cuiden su alimentación si los padres hacen lo mismo.
Utiliza frases sobre buena alimentación infantil: “El peso no determina quién eres, pero como padre/madre me preocupa que tengas sobrepeso y esto pueda dañar tu salud” o “Cuidar el peso ayuda a tener la suficiente energía para hacer las cosas que más te gustan”.