Catalina Middleton podría ser infértil. La revista ‘In Touch’ ha publicado la sorprendente noticia: el príncipe Guillermo y su reciente esposa podrían tener problemas para concebir y darle a la corona británica un nuevo heredero o heredera al trono. Según la publicación, habría sido Camilla Parker-Bowles, la mujer del príncipe Carlos de Inglaterra, la que habría contado a sus amigos más íntimos los problemas de Catalina para tener hijos debido a su mala alimentación durante su infancia.
El príncipe Guillermo y la princesa Catalina siguen siendo noticia después de su mediática boda que fue seguida por millones de personas de todo el mundo. Tras la boda real del año y aunque Guillermo pidió a la prensa antes de casarse que no acosaran a su mujer para evitarle el daño que sufrió su madre, los rumores y noticias sobre la pareja no cesan. La última bomba: la posible infertilidad de Catherine Middleton.
Mientras la pareja disfruta de su luna de miel en las Islas Seychelles, la revista ‘In Touch’ ha publicado en portada la noticia sobre los problemas de salud de la Duquesa de Cambridge que le impedirían concebir un hijo. Según la revista, la información se la habría dado su suegra, Camilla Parker-Bowles, quien al parecer se fue de la lengua y contó a sus amistades (que por lo que parece, muy discretas no son) que Catalina no podría dar un nuevo heredero a la corona británica. Las causas de la posible infertilidad de la princesa Catalina podrían deberse a su deficiente alimentación durante su desarrollo que habrían afectado a su salud.
Una noticia que ya ha revolucionado a los sectores más tradicionales y monárquicos que Inglaterra. ‘Si Catalina no está embarazada en los próximos seis meses, ella estará desafiando una tradición británica de más de 200 años’ ha declarado Andrew Morton, biógrafo de la realeza británica. No obstante, los tiempos han cambiado y puede que la pareja prefiera esperar antes de tener un hijo, aunque de ser cierta esta información, la adopción no sería una opción viable para Guillermo y Catalina ya que los estatutos monárquicos señalan que el heredero debe ser un hijo biológico.