El cantante no se enteró de que volvió a ser padre por sexta vez a través de Gabriela Guillén. Por lo tanto, ¿quién se lo comunicó?
Las noticias en el culebrón entre Bertín Osborne y Gabriela Guillén, que salpica de por medio al hijo que ambos tienen en común, sigue su curso y las noticias no paran de sucederse. En efecto, la última información que ha salido a la luz tiene que ver con la manera en la que se enteró Bertín Osborne del nacimiento del bebé y lo cierto es que el intérprete no se enteró a través de quién debería habérselo dicho realmente.
Gabriela Guillén dio a luz de su primer hijo el pasado 31 de diciembre en Madrid y, como era de esperar, Bertín no estuvo a su lado. Es más, el artista se enteró de que su nuevo hijo llegó al mundo al día siguiente de su nacimiento, el 1 de enero, tras celebrar la Nochevieja con todos los suyos. Del mismo modo, la pregunta ahora recae en quién fue la persona que le comunicó a Osborne el parto de la fisioterapeuta paraguaya. Pues bien, fue un amigo en común de ambos quién le dio la noticia, tal y como recoge la revista ¡Hola!
El cruce de pretensiones entre Bertín Osborne y Gabriela Guillén no cesa
Gabriela Guillén y Bertín Osborne siguen inmersos en una encrucijada de polémicas y flechas entre ambos, que por el bien de los dos y, sobre todo, de su hijo tendrá que parar tarde o temprano. Bertín Osborne, con nuestros compañeros de la revista Hola, ha vuelto a la carga, dejando caer que no se hará cargo del hijo que ha contraído con la empresaria: «Ni quiero ser padre ni quiero ejercer de padre», rotundizaba. De la misma manera, la relación entre ambos ha cogido tintes de enemistad absoluta, que manifestaciones como esta del cantante lo reafirman: «Ni quiero ser padre ni quiero ejercer de padre«, zanjaba el intérprete.
En la misma línea, Gabriela Guillén ha cambiado su postura tras el nacimiento de su hijo y la pasividad absoluta de Bertín Osborne hasta el punto de amenazar al artista con la opción de no someter a su bebé a una prueba de paternidad y renunciar a todo lo que tenga que ver con la figura del que un día fue más que un amigo: «No me encuentro bien por todo lo que he pasado (…) Estoy fatal, ¿cómo voy a estar? De verdad, ya no puedo más, solamente quiero criar a mi hijo en paz, por Dios. Ahora, de verdad, que no quiero saber absolutamente nada de él. Allá él y su conciencia» sentenciaba la fisioterapeuta.