Tener una adecuada rutina en la piel es fundamental, pero durante el embarazo resulta todavía más importante.
Cuidarse la piel es muy importante siempre, pero durante el embarazo es absolutamente esencial que la mimes para evitar males mayores. Durante la gestación se sufren numerosos cambios hormonales que acaban afectando al estado de la dermis y, por eso, durante estos meses, es imprescindible prestarle mayor atención.
Desde el cuidado facial, hasta el corporal, todas las partes del cuerpo tienen que estar bien hidratadas y en las mejores condiciones siempre. Si quieres saber qué cuidados tienes que llevar a cabo para que tu piel luzca perfecta, has llegado al lugar idóneo. Vamos con los mejores trucos para que esté siempre perfecta.
Cuidados en la piel durante el embarazo
Cuando una mujer se queda embarazada, debe cumplir con unos cuidados especiales, debido a los cambios que se producen en todo el cuerpo. La piel sufre demasiado y tiene que estar muy bien cuidada para que dichos cambios no afecten negativamente en ella.
Las transformaciones que se dan durante el embarazo, junto a los vaivenes hormonales, conlleva a que puedan aparecer determinados problemas como, por ejemplo, las manchas en el rostro, llamadas cloasma o melasma. Para prevenirlas conviene aplicar mucha protección solar, independientemente de la estación en la que nos encontremos. Estas manchas suelen aparecer a partir del segundo trimestre y, por norma general, desaparecen tras el embarazo. No obstante, si las manchas permanecen después, lo mejor es acudir a un dermatólogo.
Pero no solo aparecen manchas en la cara. También pueden oscurecerse determinadas zonas de la piel, debido al aumento hormonal que hace que se estimule la melanina. En este caso, no hay nada que se pueda hacer para evitarlo. Otro problema que sufren muchas mujeres embarazadas son las estrías. Suelen aparecer a finales del segundo trimestre, y se pueden prevenir aplicando mucha crema hidratante y aceite de rosa mosqueta. Es necesario aplicarlas varias veces al día, para que la piel de la barriga, muslos y caderas esté bien hidratada.
Después del alumbramiento, es aconsejable continuar con cremas y aceites hidratantes, sobre todo, en la zona de la tripa, que tiene que volver a su forma habitual sin ninguna cicatriz. Asimismo, es fundamental mantenerse hidratada por dentro, bebiendo mucha agua, y evitar la exposición solar en exceso, porque, aunque te des protección, si no la reaplicas, pueden comenzar a salir manchas. Por último, es recomendable recibir masajes para que aumente la circulación sanguínea y, en cuanto a la alimentación, tomar alimentos ricos en vitamina C y en antioxidantes.