La alergia durante el embarazo se puede y se aconseja tratar. Respecto al cuidado y los tratamientos a seguir hay que tener en cuenta dos cuestiones. Por un lado, la alergia no suele aparecer por primera vez en el embarazo. Y, en segundo lugar, lo más aconsejable es que si somos alérgicas, al confirmar el embarazo, hay que informar a nuestro médico. En la mayoría de los casos el tratamiento es tan sencillo como evitar el contacto con el alergeno que provoca la alergia y utilizar un spray nasal. El tratamiento de la alergia, tal y como señalan los especialistas, no pone en riesgo el embarazo si se sigue las indicaciones médicas.
Cualquier problema o dolencia de salud multiplica la preocupación de la mujer durante el embarazo. Aparte de los trastornos comunes asociados al periodo de gestación –náuseas, fatiga, acidez o dolor de espalda, entre otros-, la alergia (crónica o estacional) también puede ser una preocupación. ¿Se puede tratar durante el embarazo? La respuesta es que sí. De hecho, algunas patologías, como el asma, pueden empeorar si no se tratan durante el periodo de gestación. Hay que valorar, lógicamente, cuál es el mejor tratamiento y, en caso de necesitar fármacos para controlar los síntomas, constatar que los efectos secundarios o riesgos son menores a los que de un episodio o crisis alérgica. Los fármacos inhalados y determinados antihistamínicos no entrañan ningún riesgo para el embarazo. Un shock anafiláctico, provocado por una grave reacción alérgica, sí puede poner en riesgo tanto la salud de la madre como del futuro bebé (al reducirse el aporte de oxígeno durante la crisis), por lo que hay que intervenir de manera urgente.
Otra cuestión que surge es si durante el embarazo, para controlar la alergia, sobre todo cuando es estacional, es recomendable ponerse la vacuna. Aunque es cierto que las vacunas ayudan a controlar mejor las alergias, si nunca antes nos hemos vacunado es mejor no hacerlo durante el embarazo. De igual manera, antes de tomar cualquier tipo de infusión o remedio herbal para prevenir y controlar las alergias, hay que consultar con el médico, ya que pueden interferir con los fármacos prescritos o no ser recomendables durante el periodo de gestación.
Alergia y herencia
La alergia puede ser hereditaria. De hecho, si uno de los padres es alérgico las probabilidades de que el futuro bebé también lo sea se multiplican por dos. Es decir, la alergia también es una cuestión genética. Es aconsejable, si estamos pensando en ser madres, y hemos padecido algún tipo de alergia (insectos, medicamentos, alimentos, ácaros del polvo…) contar con un diagnóstico certero de la causa y tenerla bien controlada antes de quedarnos embarazada. Durante el embarazo no siempre es fácil ni posible realizar las pruebas de las alergias, así como prescribir un tratamiento farmacológico.
Rinitis del embarazo
Si hay una patología, la denominada rinitis del embarazo, que se ciñe al periodo de gestación. En este caso, los síntomas de la rinitis –suele afectar a entre 2-3 mujeres por cada diez- se deben a la inflamación de la mucosa debido al incremento del volumen de sangre y por la dilatación de los vasos sanguíneos, y sin que detrás haya una causa alérgica.