Ácido fólico para prevenir la espina bífida. Una enfermedad que afecta a cerca de 20.000 personas en nuestro país, pero de la que desconocemos muchas de sus secuelas. De ahí, la importancia de concienciar y de prevenir, con especial atención a las mujeres embarazadas, a las que precisamente se dirige este año la campaña de la Federación Española de Espina Bífida y que se llevará a cabo en todos los centros de salud de España coincidiendo con el Día Internacional de la EB, el 21 de noviembre.
La espina bífida, al igual que le sucede a otras enfermedades, es para muchos una desconocida. La falta de información sobre las secuelas y las malformaciones puede llevar a no adoptar las medidas preventivas adecuadas para prevenir la espina bífida, sobre todo en el caso de las mujeres embarazadas. A ellas está especialmente dirigida la campaña de prevención de este año de la Federación Española de Espina Bífida e Hidrocefalia, ya que como señalan los médicos y expertos tomar una dosis de ácido fólico ayuda a reducir hasta en un 70% las posibilidades de que nuestro bebé desarrolle este tipo de malformación que suele requerir intervención quirúrgica. Actualmente, en las intervenciones se aplica la técnica de cirugía fetal intraútero, una operación que se realiza entre el cuarto y el quinto mes de embarazo (semanas 16-26 de gestación).
Una dosis de ácido fólico (0,4 miligramos al día de media) que se debe tomar tres meses antes del embarazo y durante el periodo de gestación. Lógicamente, bajo prescripción y control médico. El tratamiento con ácido fólico debe ir además acompañado de una dieta sana y equilibrada, ya que la ingesta por exceso de vitamina B también podría ser un factor de riesgo para el feto.
La espina bífida ya es la segunda causa de discapacidad física en los más pequeños, por detrás de la parálisis cerebral. Además, se trata de una malformación que suele ir acompañada de hidrocefalia. En términos médicos, el cierre del tubo neural provoca daños neurológicos (pérdida de fuerza y sensibilidad en las extremidades inferiores).
Al igual que otras enfermedades conmemoran su día internacional, como la diabetes o el cáncer de mama entre las fechas más recientes, la espina bífida también lo viene haciendo desde hace trece años para recordar a la población la importancia de prestar atención a este problema de salud y, sobre todo, de concienciar a las administraciones de la necesidad de apoyar la investigación para determinar qué provoca la malformación del tubo neural y avanzar en los tratamientos de espina bífida, una enfermedad de tratamiento crónico.
Según los datos hechos públicos en el inicio de la campaña de prevención, este tipo de malformación comienza a desarrollarse en las primeras semanas de embarazo y, en concreto, en el primer mes. La prevención y el diagnóstico precoz es la piedra angular, y como muestra, el número de mujeres atendidas el año pasado solo el Servicio 301 de Atención a la Mujer Embarazada de la Comunidad de Madrid ascendió a más de 46.000.