7 momentos vergonzosos que nos hacen vivir las madres alguna vez

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Nuestra madre siempre va a ser una de las personas más importantes de nuestra vida. No sólo ha hecho grandes esfuerzos y sacrificios por nosotras, sino que además está dispuesta a hacerlo por el resto de su vida. Sin embargo, en algunas ocasiones puede llegar a no entendernos por completo y algunas de sus acciones nos provocan una profunda vergüenza. Te contamos 7 momentos vergonzosos que nos hacen vivir las madres alguna vez.

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Cuenta tus intimidades a la familia

Está claro que la familia es lo más importante, pero ¿de verdad es necesario que les cuente todas tus intimidades? Sí, esas que le confiaste cuando no sabías cómo resolver un problema y creíste que no lo contaría a nadie. Cuando te quejas se defiende diciendo que son pequeños detalles sin importancia y totalmente naturales, pero es obvio que para ti no lo son. Está claro que hay cosas que no debes contar.
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Alardea con sus amigas de ti

Es muy típico ir por la calle con tu madre y que, al encontrarse con una de sus amigas, comience a lanzar halagos sobre ti estando tú presente. No sólo le contará todo tu historial académico, profesional y amoroso, sino que también incluirá algunas pinceladas de su propia cosecha, obviamente todas buenas. Mientras, tú deberás aguantar a que finalice su discurso tratando de mantener un aspecto neutral, ya que en caso de actuar de otro modo podrías ser considerada como una persona vanidosa.
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Le dice a un chico que le gusta para ti

No hay nada peor que ver a un chico que te resulte atractivo y que tu madre suelte de repente que tú estás soltera. En ese momento no sólo ha fulminado por completo las posibilidades de que se fije en ti, sino que además da la impresión de que estás buscando desesperadamente a alguien, cuando eso no es cierto. En ese momento sólo puedes pensar una cosa: ¡Tierra, trágame!
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Cuenta anécdotas de tu infancia

Tu madre aprovechará cualquier reunión familiar, de amigas o, incluso, con los padres de tu pareja para contar anécdotas de tu infancia. Por supuesto, no contará aquella en la que comenzaste a andar tú sola, sino que escogerá la más graciosa y, por ende, la más vergonzosa. No es nada malo que lo sepan, pero escucharlos reír de alguna tontería que has hecho tú provocará que quieras esconderte durante un rato.
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Te acompaña a todas partes

Tener compañía siempre es agradable, pero hay momentos en los que te sientes mejor yendo sola. Esto se da especialmente en la adolescencia, cuando ir con los padres es visto dentro del grupo de amigos como un signo de que aún eres una niña. Sin embargo, tu madre parecía no terminar de entenderlo y siempre insistía en acompañarte, originando los consiguientes comentarios burlescos de tus amigos.
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Se une a tu grupo de amigas

Cuando invitas a tus amigas a casa no dudará en unirse a vosotras a hacer lo que quiera que estéis haciendo. Cocinar, ver una película, hablar de chicos… Cualquier cosa será perfecta para ella. En principio puede no ser algo malo si actúa tal y como es ella, pero en el momento en el que comienza a comportarse distinto para parecer una integrante más del grupo pasa a convertirse en algo totalmente vergonzoso. ¡Más naturalidad, por favor!
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Adopta un lenguaje “moderno”

Escuchar a tu madre hablar como una joven de hoy en día no sólo resulta totalmente extraño y ajeno a su forma de ser, sino que a menudo emplea palabras que se utilizaban hace años. Aunque lo haga intentando conectar más contigo, tiene que entender que haciendo esto se convierte automáticamente en una persona mayor que trata de parecer joven sin conseguirlo. ¡Adviértela con delicadeza!
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