¿Se puede practicar deporte cuando se está embarazada? Te contamos qué deportes son los más adecuados y cómo practicarlos
Desde que descubres que estás embarazada son muchos los cuidados que debes tener. Junto con el deporte, también es importante saber qué alimentos son aconsejables tomar durante el embarazo, y es que puede haber algunos de ellos que no sean del todo aconsejables para el feto.
El ejercicio no solo es aconsejable, es absolutamente necesario para aliviar dolores de espalda, calambres, estreñimiento y la falta de aliento. Es decir que te ayudará a descubrir que tienes más energía, mientras te relajas y distiendes toda la musculatura.
Ejercicios aeróbicos de bajo impacto
Nos referimos a ejercicios como el pilates o el yoga, que no incluyen carreras rápidas, patadas o saltos. El bajo impacto te permite mantener el equilibrio. El yoga está especialmente recomendado para mejorar tu circulación. Además, también favorece la flexibilidad y la tonificación de los músculos de forma natural y progresiva.
Natación
La natación te permite realizar una gran cantidad de movimiento sin que tus articulaciones sufran. Además, el peso extra se alivia dentro del agua y los ejercicios en este medio armonizan todo el sistema muscular en tu embarazo. Al nadar, tonificas tu musculatura sin forzar y realizas un buen trabajo cardiovascular. Durante el último trimestre el agua será uno de tus aliados favoritos, ya que te aliviará el peso del embarazo. Eso sí, evita bucear o saltar al agua.
Caminar
Este ejercicio es recomendable. Aunque no te apetezca tanto es importante que te busques el tiempo necesario para dar paseos de un par de kilómetros de forma regular. No vale caminar tranquilamente, tiene que ser una caminata intensa y constante. Debes caminar erguida, con las nalgas contraídas, los hombros hacia atrás y la cabeza alta, no inclinada.
Así como hay deportes que resultan beneficiosos durante el embarazo, existen prácticas deportivas que deberás evitar a toda costa, comenzando por los deportes de contacto y de equipo (boxeo, voleibol…), en los que hay muchas probabilidades de sufrir lesiones, choques y caídas. Tampoco se recomiendan los ejercicios de alto riesgo o los que se practican bajo el agua e impliquen mantener la respiración durante mucho tiempo. Y, por supuesto, se deben evitar los deportes de alta intensidad con movimientos bruscos, saltos, elevado ritmo cardiaco o que necesiten raquetas para su ejercicio.
En esta etapa es recomendable continuar con la práctica de ejercicio, al igual de descansar bien, siempre que se cuente con la aprobación del médico y que se tenga en cuenta una serie de recomendaciones para que no pongamos en riesgo tu seguridad ni la del bebé.