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Entre los invitados a la boda de Pablo Lara se encontraba Iñaki Urdangarín. Los Duques de Palma fueron unos invitados al enlace en Barcelona, a pesar de que no pasaron por la iglesia.
El pasado fin de semana se celebró otra de las bodas más multitudinarias del año, con la de María Colonques o la de Miguel Ángel Perera en Salamanca el pasado fin de semana, y no era otra que la de Pablo Lara, hijo del Presidente del grupo Planeta con Anna Brufau, hija del director de Indra, ante más de 700 invitados.
Pero lo que más sorprendió allí fue la presencia de Iñaki Urdangarín, quien regresó a Barcelona hace unas semanas para reunirse con su abogado, ya que a muchos de los asistentes les pareció una auténtica provocación.
El Duque de Palma acudió junto a la Infanta Cristina, pero evitaron entrar en la iglesia de Santa María del Mar para evitar pitadas indeseadas, sino que acudieron posteriormente al recinto ferial de Montjuïc, donde según testigos, evitaron el contacto directo con las personalidades políticas allí reunidas: “Te los encontrabas nada más entrar, juntos y pendientes de las reacciones de la gente. Hubo invitados que pasaron de saludarlos, no por falta de educación sino porque les parecía una provocación la presencia de Urdangarín”, afirmaba uno de los testigos.
La hija menor del Rey Juan Carlos y su marido compartieron mesa con varios directivos de La Razón, además del Presidente de la Generalitat Artur Mas y su mujer, o la Ministra de Fomento Ana Pastor que acudió acompañada por su marido.
Entre otras personalidades a destacar encontramos al Presidente del Gobierno Mariano Rajoy, o la Vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, además de María Teresa Fernández de la Vega, una de las más estilosas, Curro Romero y Carmen Tello, el ex político Jordi Puyol con su esposa, Luis del Olmo, Carlos Herrera, el matrimonio Tous o Boris Izaguirre.
Todos ellos pudieron ver a los novios entrando al convite a ritmo de música disco, para más tarde disfrutar de un menú compuesto por alcachofas frescas en molde con techo de calamares y gambas, solomillo en salsa de boletus y mousse de chocolate, además de la tradicional tarta, y baile hasta altas horas de la madrugada, momento en el que la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarín decidieron abandonar la fiesta discretamente.
Todavía muchos no salen de su asombro ya que mientras Doña Cristina era una de las más esperadas, todo lo contrario ocurría con su marido, que sigue a la espera del juicio por su imputación por blanqueo de capitales entre otras cosas en el Caso Noós.
