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Tom Cruise no quiere ningún recuerdo de Katie Holmes. Hasta el punto que está vendiendo todo lo que le recuerda a ella. Y no hablamos de libros, ropa o objetos, el delirio del actor de Misión Imposible llega al punto de querer vender una lujosa casa entera, con todo lo qhe hay dentro, para así no atraer los recuerdos de su pasado con su exmujer. La verdad es que la paranoia de Cruise es muy grande. ¿Tendrá algo que ver en esto la cienciología?
Es habitual que en una ruptura, los ex ya no quieran tener recuerdos del pasado. Fotografías, ropa o joyas es lo más habitual que se suele desprender uno de ello. Pero en el caso de Tom Cruise todo es a lo grande. El actor no quiere saber nada de su ex, Katie Holmes, así que ha comenzado la operación olvido. Pero claro, a lo grande.
Ya que al actor se quiere desprender de 930 metros cuadrados de parcela, con una fuente descrita como ‘del tamaño de una piscina’, una pista de tenis, un campo de baloncesto, un parque para niños y, sí, una piscina. El tres veces nominado a un Óscar ha puesto a la venta su lujosa mansión en Beverly Hills para romper con el pasado.
Pero no queda ahí la cosa. También vende su caserón en las afueras de Telluride, Colorado, puede adquirirse por 59 millones de dólares (51,6 de euros); su bajo en el exclusivo East Village de Nueva York le reportó 3 millones de dólares (2,6 de euros). Vamos que se puede decir que ha comenzado su ‘misión imposible’ de vender.
El intérprete parece estar tratando, por fin, de superar su sonado divorcio. De rodearse de clones de su ex mujer, incluso la religión se la buscaba, solo hay que pensar en su última conquista ha pasado a no querer saber nada de ella. Seguramente que su afición a la cienciologia ha podido ser la causante. Esta religión provocó la ruptura con Nicole Kidman.
Pues estaremos muy atentos para comprobar si existe algún milloneti que paga por quedarse con media vida de Tom Cruise.