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Las dificultades del Rey Juan Carlos para leer en la Pascua Militar. El Monarca ha improvisado en su discurso mientras mostraba una imagen muy fatigada tras su operación de cadera.
El pasado lunes el Rey Don Juan Carlos ha presidido la tradicional Pascua Militar un día después de cumplir 76 años, siendo su primera aparición oficial tras someterse a la última operación de cadera donde le colocaron una nueva prótesis.
A pesar de las recomendaciones de su cirujano, el Doctor Cabanela, de suspender todos sus actos oficiales hasta terminar de recuperarse totalmente, el Monarca no ha querido perderse esta cita a la que no ha faltado en ninguna ocasión durante su reinado, y en la que ha estado acompañado por la Reina Doña Sofía y los Príncipes de Asturias.
El Rey hizo su aparición en la Plaza de la Armería del Palacio de la Zarzuela ayudado por dos muletas para caminar, y como una de las modificaciones debido a su estado, no pasó revista a las tropas como en años anteriores, para más tarde adentrarse en el Salón del Trono donde ofreció su discurso anual.
Entre otras afirmaciones y mostrando una tremenda fatiga, muy distante de su primera imagen de buen humor el pasado mes de diciembre, Don Juan Carlos aseguró ser consciente del “enorme esfuerzo” realizado por las Fuerzas Armadas “por mantener las capacidades que se requieren para garantizar la seguridad y la defensa de nuestra patria, en un horizonte económico de gran complejidad”, advirtiendo que “resulta imprescindible continuar avanzando por la senda que nos permita obtener el máximo rendimiento de los recursos y mantener la operatividad de nuestras unidades”.
Pero el Monarca además se confundió en diversas ocasiones, viéndose obligado a improvisar, y es que donde tenía que decir “en el cumplimiento del deber”, ha dicho “en el sufrimiento de los destinos donde han estado destinados”, o donde debía decir “esa es la grandeza de la milicia, la vuestra” ha afirmado: “esa es la grandeza de la familia, la vuestra y la mía”.
Más tarde la Casa Real ha disculpado al Monarca asegurando haber tenido una escasez de luz en el atril, por lo que no distinguía bien algunas palabras.
En cuanto al Príncipe Felipe, ha lucido su uniforme del Ejército del Aire, y ha sorprendido al lucir una nueva imagen sin barba, mientras que la Reina y la Princesa han deslumbrado, la primera con un conjunto de falda negra y blusa marfil, y la segunda con un modelo en azul oscuro de terciopelo de Felipe Varela, que ya ha lucido en otras ocasiones.
Muchos apuntan que ésta ha sido otra de las muestras que apuntan una obligada abdicación del Rey Juan Carlos, para dar paso a Don Felipe y Doña Letizia, en un momento bastante difícil para la Familia Real, sobre todo tras la imputación de la Infanta Cristina por blanqueo y delito fiscal.
