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El formar parte de una familia real tiene estas cosas. Un medio de comunicación sueca ha hecho público el contrato matrimonial de Sofía Hellqvist, y la verdad es que las reglas son bastantes estrictas y llamativas. En caso de separación, la que fuera camarera se puede decir que se irá con lo que vino, ya que no tendrá ningún tipo de beneficio. Entérate de sus condiciones, y sobre todo, compáralo con el de la Reina Letizia, también plebeya.
Los cuentos de muchachas que se convierten en princesas también existen. Pero a veces tienen letra B, es decir, unas condiciones que hay que pagar para poder formar parte de las dinastías de sangre azul. Este es el caso de Sofía Hellqvist, que casi un año después de la boda, sabemos su contrato matrimonial según los detalles revelados por el diario sueco ‘Aftonbladet’.
De esta manera el hijo de los reyes suecos y la excamarera decidieron casarse en régimen de separación de bienes; es decir, en un hipotético divorcio cada uno se quedaría con lo que tenía antes del matrimonio. Esto estipula que el príncipe seguiría teniendo en total propiedad Villa Solbacken, una mansión que el príncipe Bertil, tío del rey Carlos Gustavo, le dejó a Carlos Felipe cuando murió y Sofía el apartamento que recientemente adquirió en Sudáfrica por unos 139.000 euros. En el caso de que exista algún objeto que se haya adquirido durante los años de matrimonio, se procederá a repartirlo entre los dos. Por lo tanto, ella demuestra que su amor no estaba condicionado por el dinero.
La custodia de los hijos
Si se separan, Sofía perdería los títulos que tiene de princesa de Suecia y duquesa de Värmland, y sería conocida solamente como Sofía Hellqvist, vamos como toda la vida. Asimismo, no se le concedería ningún tipo de asignación económica ni dinero público y tendría que mantenerse por su propia cuenta como ha hecho hasta antes de casarse con un príncipe. La custodia de los hijos de la pareja, quien actualmente está esperando el nacimiento del primero para el próximo mes de abril, sería del padre, aunque si llegaran a un acuerdo se podrían repartir los días de visitas.
¿Y Letizia?
Todo lo contrario que nuestra reina Letizia, que en sus capitulaciones se dejó muy claro que tendría su situación resuelta en caso de divorcio. Una cuantiosa asignación económica y dos residencias, una de verano y otra de invierno –con servicio, por supuesto. Además si solo se separase y no hubiese divorcio seguiría conservando su título de Reina de España y el tratamiento de Su Majestad. Vamos que no iba a salir mal parada.
¿Qué te parecen estas situaciones? ¿Crees que es normal que se impongan estas condiciones?
