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Los Príncipes de Asturias han cumplido diez años de casados. ¿Y cómo lo han celebrado? Pues con un viaje oficial a Toledo. Sus Altezas no han modificado su agenda por este motivo, pero sí han querido darse un baño de masas con muchos toledanos que salieron a la calle para darles la enhorabuena. No sabemos si por esta década de matrimonio o no, pero el caso es que a Felipe y Letizia se les pudo ver más amables y cariñosos que nunca.
Suponemos que no habrá sido lo que siempre soñaron, pero cuando eres príncipe y princesa tienes estos contratiempos. El caso es que ayer jueves, 22 de mayo, Felipe de Borbón y Letizia Ortiz cumplieron diez años de matrimonio. Y no se han ido al Caribe a celebrarlo, para nada. Han decidido seguir con su agenda profesional y ayer realizaron una visita a Toledo.
Así, Sus Altezas Reales han decidido celebrar este día realizando una visita a la exposición «El Griego de Toledo» que alberga el museo hasta el próximo 14 junio. En la puerta se aglutinaron cientos de toledanos que quisieron felicitar a la pareja por esta efemérides. Como unos ciudadanos anónimos más, los príncipes compraron días antes sus entradas para visitar, la muestra, y fue a las 15.00 horas , cuando vestidos con ropa cómoda, han llegado al museo caminando unos metros y saludando a los curiosos que impacientes aguardaban la llegada real.
No sabemos si serán los diez años o no, pero el caso es que se ha podido ver a una Letizia Ortiz más feliz que nunca. Saludando a todo el mundo y con una sonrisa siempre en su cara, lejos de esa imagen de mandamás que hemos visto en anteriores visitas.
Así, los Príncipes de Asturias recorrieron, durante una hora, la muestra «El Griego de Toledo» solos y con las indicaciones de la audioguía. No obstante, el secretario general de Fundación del Greco, Jesús Carrobles, estuvo atento a las posibles dudas de Don Felipe y Doña Letizia, quien le preguntó en un momento si El Greco fue una persona muy religiosa. Demostrando interés en todo momento de la visita.
Se fueron de la mano y en su coche
Pero la imagen más curioso se vivió en la salida. Pasadas las cuatro de la tarde, y tras hora de visita, Don Felipe y Doña Letizia, a quien se la puede ver en estas fotos de su infancia, abandonaron el Museo de Santa Cruz y otra vez caminaron unos 30 metros hasta llegar a su vehículo, aparcado en la calle Cervantes, y partieron hacia Madrid. Como si se tratara de una pareja normal y corriente. Seguramente, a su llegada al hogar, les estaba esperando una romántica cena para celebrar esta década juntos.
