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El antes y después de las políticas con operaciones de cirugía estética. En lo que se refiere a la cirugía estética, no solamente las celebrities que se dedican al mundo del espectáculo son las más asiduas a pasar por el quirófano, y es que los políticos, tanto nacionales como internacionales, también se hacen algún retoque de vez en cuando, a pesar de que muchos de ellos lo nieguen rotundamente, ya que salta a la vista, como ocurrió con algunos rostros conocidos de nuestro país como la ex Vicepresidenta del Gobierno María Teresa Fernández de la Vega hace algún tiempo, cuando nos dejó a todos boquiabiertos con su cambio radical.
En la actualidad, tanto las operaciones de cirugía estética como las inyecciones de bótox o los implantes de todo tipo, están al alcance de la mano de muchos afortunados, y cada día podemos ver a más celebrities lucir cambios radicales de aspecto gracias a este tipo de tratamientos.
Entre ellos podemos encontrar actores, cantantes o modelos principalmente, pero los políticos no se quedan atrás, y muchos de ellos se someten a éstos tratamientos para mejorar su apariencia física, como la ex Vicepresidenta del Gobierno de Zapatero, María Teresa Fernández de la Vega, que cambió su rostro con cirugía a principios del pasado año, algo que pudimos comprobar cuando reapareció en un acto luciendo un lifting muscular, obra del Doctor Enrique Monereo, a pesar de que ella lo niega categóricamente.
En las filas del PP también hemos podido encontrar otro cambio radical, y no es otro que el de Alicia Fernández Camacho, quien se sometió a un tratamiento completo con el que ha mejorado notablemente su rostro de papada, ojos, pómulos, labios y nariz. además de llevar un peinado mucho más favorecedor.
En el partido del Gobierno también nos hemos topado con María Dolores de Cospedal, quien a pesar de que todo son rumores, hace unos meses reapareció en una entrevista mucho más rejuvenecida que de costumbre, ¿algún retoque en el rostro?, además de la Vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, que al principio de su carrera se colocó una carilla de porcelana en un diente roto por un accidente de la infancia.
Pero tampoco podemos dejar de mencionar a la Presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, que más parece una estatua de cera a una mujer de carne y hueso, o a los rostros masculinos que tampoco se lo piensan dos veces a la hora de someterse a alguna mejora, como Eduardo Zaplana con su rinoplastia, José Bono con sus implantes de pelo y microliftings, Nicolas Sarkozy o ni qué decir tiene el italiano Silvio Berlusconi.
Una profesión en la que la imagen y el talante cuentan mucho, y todos ellos han dejado claro que lo saben de sobra.
