Pepe Domingo Castaño nos dijo adiós hace apenas unos días de la forma más imprevista: su mujer e hijos estuvieron muy bien acompañados.
Cuando una leyenda se va es muy difícil poder despedirse de él como es debido. Pepe Domingo Castaño se marchó sin hacer ruido, y sin sufrimiento. Él no merecía acabar su vida como uno más, de ahí que en su libro Hasta que se me acaben las palabras dijese a las claras que se marcharía en un día de lluvia. El sábado y el domingo llovió diluvió en Madrid, ciudad que le acogió para encumbrarle aún más como una de las mayores leyendas de la comunicación en España.
El micrófono siempre ha estado pegado a él durante toda su vida. Pepe Domingo Castaño no solo ha sido una leyenda de la radio, ha sido mucho más. Antes de adentrarse en los medios de comunicación fue cantante. Sus giras por todo el mundo le catapultaron al éxito más absoluto. Después, decidió dar un paso al lado para presentar la radio musical. Finalmente, y después de todas esas experiencias previas, llegó a la radio deportiva. Allí fue la mayor leyenda posible junto a su amigo Paco González.
Un patrimonio ganado a base de muchísimo trabajo y un esfuerzo incansable: Pepe Domingo siempre intentó ir más allá en la radio
El mismo Pepe Domingo Castaño no se escondió en ningún momento a la hora de hablar de su gran patrimonio. En su libro desveló algunos de sus secretos mejor guardados. Por ejemplo, qué hizo con el dinero que ganó por Motivos, una de sus grandes canciones: «Mi casa madrileña está ubicada en Aravaca, una zona muy tranquila del Madrid de las afueras. La había comprado con las ganancias mexicanas de ‘Motivos’, la canción que permaneció como número uno durante muchas semanas en las listas de toda Hispanoamérica».
«Fuimos pagando la hipoteca con mucho esfuerzo y sacrificio, pero había valido la pena», comentaba Pepe Domingo en su libro. En Arturo Soria (Madrid), tenía su apartamento de soltero tal y como se hace eco Vanitatis en su página web. Allí fue dónde comenzó la historia de amor entre él y Teresa Vega, su mujer: «Así fue como Tere y yo empezamos a vivir en aquel paraíso de paz y belleza hasta que decidimos que necesitábamos una casa más amplia y nos fuimos hasta el Pinar de Chamartín«. Años más tarde se mudarían a Aravaca, pero no fue su última adquisición. En Marbella adquirió un apartamento bastante cotizado en los 80: «Todavía seguimos yendo a Marbella. Nos compramos un apartamento en la Milla de Oro, en Las Lomas del Marbella Club, en la urbanización Coto Real de nuestro gran amigo Pepe Ros, y allí disfrutamos del sol, de la paz, del olor y el sabor de ese lugar único».
Más adelante formó una sociedad con su mujer e hijos llamada Saudade Flavia SL. La seguía teniendo en estos momentos, aunque hace unos años estuvo en vuelto en una polémica al descubrir que tenía un 2,5% de la aerolínea Plus Ultra: «No es una aerolínea venezolana ni chavista, que quede bien claro», comentó en la Cadena Cope.