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Se llamaba Mónica Spear y había sido Miss Venezuela en el 2004. Sólo tenía 29 años y toda una vida por delante por vivir. Trabajaba en Miami en el canal Telemundo y había participado en numerosas telenovelas en su país de origen. Sin embargo, el pasado 6 de enero tuvo la mala suerte de encontrar un bache en la autopista Puerto Cabello-Valencia que provocó una avería en el Toyota Corolla en el que viajaba junto con su exmarido Thomas Henry Berry, y su hija Maya de tan sólo cinco años. La pareja había decidido reconciliarse después de un año y medio separada y, paradójicamente, volvían de celebrarlo con este viaje.
Quizás en muchos otros países una avería en el coche no es peligrosa, sino simplemente molesta. Pero en un país sacudido desde hace décadas por la violencia callejera y marcado por la inseguridad ciudadana, pararse en medio de la carretera puede significar un riesgo terrible. La pareja había llamado sin éxito al servicio de emergencias así que al ver una grúa cercana, Mónica cruzó la carretera para buscarla. La grúa por fin llegó y cargó con el vehículo, pero en ese momento cinco hombres armados aparecieron para asaltarlos. Los dos mecánicos salieron corriendo, pero el matrimonio y su hija se refugiaron en el coche (ya en la plataforma de la grúa), al que estaban subiendo para continuar la marcha. Los delincuentes dispararon al vehículo y acabaron con la vida de Mónica y del empresario Berry, y dejaron herida a su hija Maya, que después contó a la policía con sus propias palabras los hechos.
Las reacciones en Venezuela
A pesar de que todos los días muere gente en Venezuela a causa de la delincuencia callejera, ha sido la muerte de Mónica Spear y su exmarido Thomas Henry Berry la que ha movilizado a la población para pedir soluciones al gobierno de Nicolás Maduro. «Actuaron con saña. Los masacraron. La violencia social es un mal tremendo. Estamos muy tristes por lo que significa la pérdida de la vida de una joven», ha reconocido el presidente, que ha convocado rápidamente una reunión con su rival en las elecciones presidenciales de abril, Henrique Capriles, además de con los gobernadores de los 23 estados del país y los 79 municipios con mayores índices de delincuencia. Una reunión que hace tan sólo una semana habría sido impensable, pero que ahora, tan sólo 48 horas después del doble asesinato a sangre fría, parece necesaria como respuesta a la demanda ciudadana de justicia y de soluciones a corto plazo.
