El cantante ha contradicho en una entrevista para Vanity Fair el comunicado que emitió unos días después del robo
Las últimas declaraciones de Miguel Bosé han hecho saltar las alarmas de la prensa del corazón. El cantante ha deslizado a la revista Vanity Fair que su larga estancia en México podría estar tocando a su fin. Las palabras de Bosé no resultan descabelladas después del asalto a punta de pistola que tanto él como sus dos hijos sufrieron el pasado 17 de agosto.
El artista ha sacado a relucir la cuestión alegando el futuro profesional de sus hijos: «Se irán a estudiar a otros países y probablemente yo no querré estar solo aquí«, ha admitido, dejando caer un posible regreso a España. Sus hijos, los gemelos Diego y Tadeo, que ya cuentan doce años a sus espaldas, se encuentran a punto de empezar sus estudios de Secundaria y el cantante proyecta que completen su formación en el extranjero.
Sin embargo, sus palabras contradicen las líneas del comunicado que emitió unos días después de ser víctima del robo: «Queridos amigos, el viernes por la noche un comando de 10 sujetos armados irrumpió en mi domicilio. Nos asaltaron, nos tuvieron atados a mis hijos, al personal de la casa y a mí durante más de dos horas. Se llevaron todo, coche incluido. Todo muy estudiado y milimetrado. Para hacerlo corto estamos todos bien. Mis hijos se comportaron como dos valientes admirables. Fue todo muy tenso, delicado y desagradable. Esta es la única versión a la que debéis atender. Se están diciendo cosas que no son ciertas como habitualmente algunos gustan», deslizó.
Posteriormente, aprovechó para agradecer el apoyo que sus seguidores le brindaron: «Gracias a todos por el apoyo y la preocupación constante demostrada pero quedad tranquilos. A mis vecinos de la urbanización y los primeros en llegar, mil gracias de corazón. Y a los que tanto especulan que tras lo ocurrido que voy a abandonar México, siento mucho decepcionarles, aquí estoy y aquí me quedaré para hacer frente a lo que sea. En el país más hospitalario del planeta«.
La denuncia
Poco antes de que viera la luz el comunicado, Miguel Bosé acudió personalmente a la Fiscalía para interponer una denuncia. La principal incógnita reside en cómo los asaltantes fueron capaces de burlar el dispositivo de seguridad de la casa del cantante, un sistema sofisticado de alta tecnología.
Los periodistas mexicanos apuntan a que todo formó parte de una operación meticulosamente planeada en la que no se dejaron cabos sin atar. Se cree que el personal que trabajaba en la vivienda pudo ser sobornado para proporcionar a los ladrones la furgoneta en la que finalmente huyeron.