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¿Qué puede haber de parecido entre Magdalena de Suecia y Cristina de Borbón? Pues más de lo que parece. Aunque físicamente no se parecen en nada, ambas están viviendo una situación parecida. El pueblo se ha cansado de ellas y pide que renuncien a sus derechos dinásticos. Al igual que ocurrió con Iñaki Urdangarin, el marido de Magdalena, Chris O´Nell está teniendo problemas con la Hacienda pública, algo que en los países nórdicos está muy mal visto.
La princesa Magdalena de Suecia está siguiendo los pasos de la Infanta Cristina. En primer lugar porque desde hace unos meses son cada vez más incipientes los rumores de crisis en el matrimonio. No es la primera vez que a la sueca se la ve sola paseando a su hijo, o incluso felicita la Navidad con una postal en la que salen solo madre e hija.
Pero donde más coinciden es en los problemas que están teniendo sus maridos con el fisco. De todos es conocido que Iñaki Urdangarin tiene pie y medio en la cárcel, si la Justicia española lo cumple, por sus financiaciones ilegales con la empresa Noos. Pues bien, parece que Chris O´Nell quiere imitarle y también se ha metido en líos con la Hacienda sueca. Aunque estos problemas aún no han llegado al juzgado, al pueblo sueco no le ha gustado nada.
Y es que la princesa de Suecia tiene un 3% de acciones de una de las empresas de su marido, un hecho que no ha sido muy bien visto en su país, pues los miembros de la Familia Real no pueden participar en negocios privados. Así, son muchas las voces críticas, que como han hecho en España, han pedido que Magdalena renuncia a sus derechos dinásticos y a sus beneficios. Pero de momento, ninguna de las dos se dan por aludidas.
Fuera de la agenda
Sus familias han decidido eliminarlas de la agenda oficial de actos, algo que ha sentado muy mal por parte del pueblo, ya que pese a ello siguen recibiendo su asignación anual desde las arcas públicas.
Otra clara coincidencia es que ambas han vivido durante una temporada en Estados Unidos, la infanta Cristina en Washington y la princesa Magdalena en Nueva York, y las dos debieron regresar a su país por los problemas financieros.
Así pues, dos hijas de reyes que están miradas por la misma lupa, aunque de momento ninguna ha hecho caso al pueblo y ha renunciado a sus derechos.
