La pareja de Rafael Amargo sale en defensa del bailaor apuntando que el granadino está viviendo un momento muy injusto.
Rafael Amargo se encuentra en uno de los momentos más complicados de su vida. El bailaor entró en prisión preventiva el pasado viernes por tráfico de drogas. Su abogado ha solicitado el derecho de súplica para evitar la cárcel hasta la celebración del juicio del que aún se desconoce la fecha. No obstante, en las últimas horas trascendido que la Fiscalía pedirá para el bailaor una pena de 9 años de prisión.
En estos momentos tan complicados para el excolaborador televisivo, Luciana, su actual pareja, ha salido en su defensa compareciendo públicamente en el programa Fiesta. En su intervención, Luciana ha considerado que la «persecución» que está sufriendo Rafael Amargo es muy injusta, una situación por la cual está padeciendo daños profesionales y personales irreparables. El programa Fiesta ha informado de que el bailaor de flamenco ha tenido que tomar sus huellas y que se ha sometido a una sesión de fotos para completar su ficha penitenciaria. Asimismo, ha sido examinado por un médico y un psicólogo para determinar el estado de su salud mental.
Cabe recordar que Luciana no es una persona que tenga mucha predisposición por la justicia. La novia de Rafael Amargo fue detenida hace un año por el mismo delito que se le acusa ahora al bailaor andaluz: tráfico de drogas. Actualmente, Luciana está centrando sus esfuerzos en que Amargo evite la cárcel, aunque parece complicado, ya que las acusaciones de la Fiscalía están fundamentadas con pruebas verídicas.
Su padre, delicado de salud
Al momento difícil que atraviesa en prisión, se le ha añadido un contratiempo más. Su padre, Florentino, se encuentra ingresado en el hospital después de recibir la noticia de que su hijo haya ingresado en prisión: «Está bastante mal tras la detención de su hijo, como cualquier padre puede encontrarse», ha señalado Jaime Caballero, el magistrado que está llevando la defensa de Rafael Amargo, a El Español.
Por el momento, no se sabe si Amargo conoce exactamente del mal estado de su padre en el hospital. De estar al corriente de esta circunstancia, esta noticia podría agravar su estado psicológico en la cárcel en un momento en el que el aspecto mental es fundamental para resisitir el shock traumático que supone estar en prisión los primeros días después de la entrada a un centro penitenciario.