La influencer María Pombo se ha visto envuelta en una nueva polémica tras dar a luz a su hija Vega por su físico y su posparto
En nacimientos de Vega, la segunda hija de María Pombo y Pablo Castellano, unas semanas antes de lo previsto ha traído no solo la alegría de sus padres, sino también la polémica debajo del brazo.
Vega llegó al mundo el pasado 19 de junio en un parto que tal y como la propia María comentó en un directo de Instagram “no fue para nada como lo había imaginado”. La influencer tuvo que ser intervenida de urgencia sometida a una cesárea y para que la vida de su pequeña no corriera peligro. Tras unos días en el hospital recuperándose de la intervención, madre e hija se marcharon a casa a continuar con la recuperación.
La influencer madrileña desde ese momento comenzó a subir fotos a sus redes mostrando como eran los primeros días de su hija, la reacción de su primer hijo Martín al conocer a su hermana o cómo los orgullosos padres comenzaban a presentar a su bebé a familiares y amigos en su nueva casa.
Criticas por la falta de naturalidad
La manera en la que Pombo está mostrando estos primeros días de nueva maternidad ha enfurecido a muchos de sus seguidoras quien consideran y le han hecho saber por medio de comentarios en sus fotos que esta manera de mostrarse no ayuda a otras mujeres que se encuentran en la misma situación.
Critican la imagen idílica que María está mostrando a sus seguidores, con fotos de su cuerpo recuperado y posando con modelitos imposibles para otras madres que todavía no pueden presumir de la figura que tenían antes de quedarse embarazadas. Estos comentarios también van dirigidos a la imagen de maternidad idílica y perfecto que muestra por las numerosas facilidades que cuenta gracias a su condición.
María Pombo responde a los comentarios
María no se ha quedado atrás y ha querido responder a estos comentarios dejando claro que su cuerpo no está al cien por cien como antes de quedarse embarazada pero que sí es cierto que posee una buena genética a la que llevar una rutina de deporte antes y durante el embarazo ha ayudado a recuperarse casi por completo en menos de tres semanas.