Vanesa Lorenzo, pareja del exfutbolista Carles Puyol, encontró una nueva pasión para una vida que ya estaba llena de pasiones.
¿Cuántas vidas se pueden vivir en una? ¿Cuántos objetivos se pueden cumplir? ¿Cuántos sueños se pueden soñar? Para Vanesa Lorenzo, la respuesta parece ser infinita. La española se ha destacado desde pequeña como modelo internacional, ha estudiado también diseño de moda en Madrid, tiene su propia marca de ropa, se ha convertido además en una gran influencer a través de las redes sociales, incursionó en el mundo del yoga y se destacó a su vez como escritora, publicando dos libros: “Yoga, un estilo de vida” y “Crecer juntos: Yoga y disciplina positiva para afrontar los retos de la educación”.
Sin embargo, la pareja del exfutbolista Carles Puyol encontró hace poco otra nueva pasión, que cada vez la tiene más ocupada. Y esa pasión la explotó a partir de febrero del 2022 cuando decidió dar un gran giro en su vida, dejando atrás a Barcelona, donde vivía, y mudándose con su familia a Andorra.
La “nueva” felicidad que encontró Vanesa Lorenzo
Fue el año pasado cuando Vanesa Lorenzo y Carles Puyol decidieron mudarse a Andorra junto a sus hijas para vivir en un pequeño pueblo de montaña. A pesar del gusto de ambos por la naturaleza, la decisión nació por una cuestión laboral: el excapitán del Fútbol Club Barcelona tenía allí más facilidades para dirigir Olyseum, un interesante proyecto de criptomonedas.
A partir de esa mudanza, hubo que buscar una nueva casa. Y luego de encontrar ese nuevo hogar, Vanesa explotó una pasión que parecía tener guardada: ser diseñadora de interiores.
“Me habéis preguntado mucho por mi faceta como interiorista. De formación soy diseñadora de moda y como sabéis soy modelo desde pequeña. Disfruto expresando mi universo creativo en distintas áreas y me ilusiona compartir con vosotros el resultado de mis ideas en el ámbito del interiorismo”, escribió la modelo en su cuenta de Instagram, dando así más explicaciones sobre esta especie de nuevo trabajo que la tiene muy a gusto y muy ocupada.
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De a poco, ella está mostrando los detalles de su casa andorrana que presenta un salón de estilo minimalista, donde se destacan cuadros de los artistas favoritos de la pareja. La cocina de blanco, a tono con los electrodomésticos. Y una habitación principal con pocos muebles, también toda de blanco, con vistas increíbles que le regala la naturaleza de su nuevo país.
