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Kristen Stewart descontenta con la imagen que dan los medios de ella. La actriz de la saga Crepúsculo no cree que la imagen que tiene sobre ella la prensa sea justa, según como ha declarado en un entrevista con Starclub Magazine. A punto de estrenar Crepúsculo: Amanecer, Kristen Stewart reconoce que se siente mal con la imagen que dan los medios de ella. También reconoce estar muy agradecida a sus fans, aunque admite que la opinión de los medios es muy importante para mantenerse en el candelero.
Kristen Stewart, novia de su compañero de rodaje Robert Pattinson, según reconoció ella misma hace unas semanas, ha hecho unas declaraciones durante la entrevista que la ha realizado Starclub Magazine sobre su relación con los medios de comunicación.
La actriz señala que se siente acosada y denunciada por los medios de comunicación que la suelen tachar de distante. Por ello, durante esta entrevista ha querido demostrar que estos adjetivos no van con su personalidad. Kristen no se siente a gusto con la imagen que dan los medios de ella y aunque sus fans la adoran y han conseguido que el tráiler de la película Amanecer arrase en la red, reconoce que son los medios los que te mantienen en el candelero.
Por todo esto, ha querido pedir que no se confunda su actitud, que ella considera tranquila, como si fuera grosera, como ha sucedido en algunas ocasiones. A la actriz que encarna a Bella en la saga Crepúsculo, no le gustan las entrevistas que son tan comunes en el mundo cinematográfico, ya que en su vida normal declara ser una persona tímida. Por ello no la gusta que la describan como una persona fría y distante, cuando en realidad se debe a su personalidad tímida.
Para terminar esta entrevista en la que Kristen parece sentirse incomprendida, la actriz añade que para hablar de uno mismo, hay que saber quién es, por eso mismo reconoce que todavía hay muchas cosas que tiene que descubrir de ella misma.
En definitiva, la actriz está pidiendo a los medios que la dejen un poco más de tiempo para poder madurar y de esta manera poder dar otra cara a los medios, es decir, la suya auténtica una vez que se sienta a gusto con la expectación que levanta cada una de sus apariciones o declaraciones.