El hijo de Isabel Pantoja ha concedido una entrevista al youtuber que presenta ‘The Wild Project’ en la que ha hablado sin complejos de los momentos más difíciles de su vida.
Hace ya varios años que Kiko Rivera decidió alejarse del foco mediático y de los medios de comunicación, debido a que no quiso televisar los conflictos familiares con su madre y con su hermana Isa. Otra de las razones por las que decidió no hacer más apariciones en ningún plató de televisión fue para cuidar su estado de salud, que por un tiempo empeoró gravemente, especialmente después del ictus que sufrió hace 11 meses. Sin embargo, Kiko Rivera sí que ofrece alguna que otra entrevista en los formatos de streaming actuales y en esta ocasión, el DJ ha pasado por el canal de ‘The Wild Project’.
En su charla con Jordi Carrillo, Kiko Rivera ha hecho un repaso de toda su vida, hablando, además, de cómo es su relación actualmente con Isabel Pantoja, de la etapa en la que su madre estuvo en prisión y de la persona que se convirtió en su rayo de luz, su mujer Irene Rosales.
Confesión abrumadora sobre su adicción a las drogas
En el inicio de la entrevista, Kiko Rivera recordó cómo fue su vida cuando tenía 18 años, uno de los momentos más álgidos a la vez que más duros que ha atravesado el hijo de Paquirrí. Así se remontó Kiko a aquella etapa vital. «En esa época, ganaba muchísimo dinero de manera fácil y las cosas cuando llegan fácil, se van fácil. Me generó un problema casi que te diría de por vida y que hoy sigo luchando contra él. Estoy muy bien, pero lo he pasado muy mal. Un chaval que con 18 años ganaba 100.000 euros semanales… imagínate», reconocía.
Kiko Rivera fue uno de los mayores protagonistas de la noche española en los primeros años de los 2000, lo que motivó a que el hijo mayor de Isabel Pantoja ganase cantidades incesantes de dinero. Sobre esa época tan agitada, Kiko realizó una confidencia muy desapacible que dejó atónito al presentador de ‘The Wild Project’: «Me podría haber muerto en una de mis noches locas en la que inhalé 10 gramos de cocaína. Te estoy hablando que me he pagado muchos años consumiendo a diario. Bastante bien estoy», manifestó.
Aparte de su vida nocturna durante varios años y su profunda adicción a las drogas, Kiko Rivera recordó otro de los momentos más crueles de su vida, aquel cuando su madre entró a prisión: «Un día mi madre convoca a la familia y ese día sí que apareció ‘mamá’, se estaba despidiendo«, declaraba. Ese momento, en el que Kiko ya había superado paulatinamente su drogodependencia, fue determinante para una recaída aún peor: «Se me cayó el mundo encima al ver a mi madre entre rejas. No pude resistirme en volver a caer en las drogas».
Irene Rosales, su bálsamo vital
En el peor momento de la vida de Kiko Rivera, apareció la mujer de su vida, Irene Rosales, quien le apartó de aquel entorno, que le generó múltiples problemas económicos y de salud. El DJ no se olvidó ni mucho menos de la madre de sus dos hijas, a la que recordó con mucha emoción e incluso reiteró sus disculpas por haber tenido detalles feos en algunos momentos puntuales de su matrimonio: «Ella me ha salvado… Me he portado muy mal con mi mujer en diferentes aspectos de mi vida”, reconoció.
Con estas declaraciones, Kiko Rivera no ha dudado en poner el foco sobre Irene Rosales como la persona que ha cambiado su vida y la que le ha permitido, a sus 39 años, llevar una vida de padre de familia, con su trabajo, su casa y con muchas deudas económicas ya resueltas de manera satisfactoria.