Kate Middleton ha aparecido en público por primera vez tras más de 50 días de recuperación por su operación de cirugía abdominal.
El pasado mes de diciembre Kate Middleton se despedía temporalmente de la vida pública para someterse a una intervención de cirugía abdominal que la tendría tres semanas hospitalizada. Una operación que concluyó con «éxito» y sobre la que a penas se han tenido detalles. Tras su alta, la escasa información a cerca de su estado de salud generó una gran preocupación y nerviosismo entre los británicos. Desde el Palacio de Kensington afirmaron que la princesa de Gales se encontraba bien y recuperándose junto a su familia en los terrenos del castillo de Sandringham, en Adelaide Cottage.
La falta de información y el gran revuelo que se generó hizo que la prensa británica comenzase a indagar acerca de las posibles causas de la operación. Las especulaciones y las fake news comenzaron a circular por Internet más rápido que la pólvora, lo que obligó al Palacio de Kensington a emitir otro comunicado en el que se desmentía rotundamente que Kate padeciera cáncer. Desde Palacio aseguraron que la futura reina de Inglaterra no volvería a sus compromisos oficiales hasta principios de abril. Además hicieron hincapié en que sería ella misma la que aclarase oficialmente los motivos de su intervención.
El detalle clave de la primera aparición pública de Kate Middleton
Pero aunque desde Palacio insistían en que Kate no volvería a hacer acto de presencia hasta después de Semana Santa, la realidad ha sido otra. Este mismo martes, 5 de marzo, las cámaras captaban la primera imagen pública de Kate Middleton tras su operación. El medio británico ‘TMZ’ confirmaba con una fotografía la reaparición de la princesa de Gales, una instantánea que rápidamente ha dado la vuelta al mundo y a las redes sociales.
En la imagen se puede ver a Kate de copiloto en un vehículo conducido por su madre Carole cerca del castillo de Windsor. Las imágenes han sido tomadas a distancia por parte de la agencia fotográfica Backgrid, especializada en captar celebridades. Además, se desconocen los motivos de dicho trayecto, y de por qué la princesa habría optado por ir en un coche conducido por su progenitora en lugar de por el chófer oficial de la Casa Real británica.
Sin embargo, esto no es lo más llamativo de esta primera imagen. En la fotografía hay un detalle que muchos han pasado por alto, y es que la princesa de Gales lleva puestas unas gafas de sol negras y grandes dentro del vehículo. Éste puede parecer un gesto insignificante, pero esconde un significado muy importante. Y es que, todos conocemos las estrictas reglas en el protocolo real británico, pues bien, entre esas normas está la de llevar gafas de sol en público.
Llevar gafas de sol según el protocolo real
Para los Windsor usar o no gafas de sol es una decisión que depende del contexto y de ciertas condiciones. Según explicó Maykar Meier, experta en etiqueta, en una entrevista de la revista ‘People’, las gafas de sol o sunnies pueden utilizarse por la realeza durante en: compromisos oficiales, eventos deportivos y actividades al aire libre, o como protección ocular para ambientes soleados.
Esto se debe a que las gafas de sol no permiten el contacto visual directo, por lo que quitársela, por ejemplo en una reunión, es una señal de cortesía y respeto. Por lo tanto, el principal motivo por el cual Kate no se las habría quitado dentro del vehículo podría ser pasar desapercibida ante los medios de comunicación. O, quizás incluso, querer ocultar su delicado aspecto, tras meses de recuperación. Sea cual sea el motivo, hasta el momento no tenemos más detalles oficiales sobre su estado de salud, ni sobre su trayecto en coche.
