Hugh Grant protege a su hija del acoso de la prensa

Hugh Grant: Protege a su hija del acoso de la prensa. A sus 51 años el actor británico se convertía en papá por primera vez de una niña hace más o menos un mes. Una criatura fruto de un romance fugaz de Hugh Grant con la actriz china Tinglan Hong y a la que no podremos ver en las páginas de ninguna publicación ya que el intérprete se ha propuesto salvaguardar la intimidad de su pequeña logrando una orden de alejamiento para los paparazis. Una sentencia por la que los fotógrafos no podrán acercarse a menos de cien metros de la niña.
La noticia de su sorprendente paternidad, anunciada por él mismo a través de un comunicado de prensa en el que no quiso revelar ningún dato sobre la identidad de la madre de la niña, causó un gran revuelo en Reino Unido. Los paparazis se lanzaron a la calle en busca de una imagen del bebé y de la madre, que hoy todo apunta a que es la actriz Tinglan Hong, aunque Hugh Grant no ha querido confirmarlo.
 
Una búsqueda que se ha convertido, según el actor, en un tremendo acoso de la prensa a la niña y a su madre ya que además los paparazis no han tenido reparo en utilizar ‘métodos realmente asombrosos’ para conseguir una imagen de la hija de Hugh, tal y como comenta Mark Thomson, abogado de Tinglan.
 
Una persecución que finalmente ha terminado ya que el protagonista de ‘Cuatro bodas y un funeral’ ha conseguido que un tribunal de Londres le de la razón dictando una sentencia por la que los fotógrafos deben mantenerse a cien metros de distancia de la casa en la que vive la madre de su hija con la pequeña. Los paparazis no podrán tampoco retratar a Tinglan y a la niña en cualquier otro lugar (ni al aire libre) o cuando estén con amigos o familiares ya que sino corren el riesgo de que se les incaute el material fotográfico, sean multados o, en el peor de los casos, arrestados.
 
‘La orden hará que los paparazis dejen de esperarla a la vuelta de la esquina, de perseguirla o de tenerla bajo vigilancia’ explica el abogado de Hugh quien ha calificado de ‘vergonzoso’ el comportamiento de algunos fotógrafos.