Juan Carlos I pasará otro año más fuera de España estas fechas tan señaladas desde su marcha de España a Abu Dhabi en agosto de 2020.
El Rey Juan Carlos ya tiene diseñado su plan navideño en la noche del 24 de diciembre y el día de Navidad. Ginebra es el lugar escogido para el antiguo monarca, una ciudad en la que el Rey Emérito no estará ni mucho menos solo. El padre de Felipe VI acudirá hasta esta ciudad suiza para celebrar la Nochebuena con la Infanta Cristina y sus nietos Juan, Pablo, Irene y Miguel Urdangarín. No obstante, la Infanta Elena se trasladará también este 24 de diciembre hasta Ginebra acompañada de sus hijos, Froilán y Victoria Federica de Marichalar, donde se reencontrará con su hermana, la Infanta Cristina, y su padre, el Rey Emérito Juan Carlos I.
Por su parte, el Rey Felipe VI se quedará en el Palacio de La Zarzuela, donde un año más cenará sin la compañía de Juan Carlos y sí lo hará con la presencia de la Reina Letizia, la Princesa Leonor, la Infanta Sofía y su madre, la Reina Emérita Sofía. La cena en Zarzuela tendrá lugar justo después del tradicional mensaje de Felipe VI por Navidad, un discurso que se espera con gran expectación por su contenido después de un año realmente convulso en la política española con los pactos de Pedro Sánchez con Puigdemont y la concesión de la Ley de Amnistía.
Juan Carlos I no regresará a España para despedir un año en el que se ha dejado ver más de lo normal en nuestro país
El Rey Emérito visitará Ginebra después de una semana en la que se ha podido ver al exmonarca otra vez muy emocionado en nuestro país. El pasado miércoles, 20 de diciembre, Juan Carlos I volvió a España para acudir a la comida que la Infanta Elena había organizado para toda su familia en un restaurante céntrico de Madrid con motivo de su 60 cumpleaños.
En dicho lugar, el Rey Juan Carlos I volvió a coincidir con todos sus hijos y nietos, a excepción de la Princesa Leonor e Infanta Sofía, quienes se ausentaron a esta reunión familiar por razones estudiantiles.
Recordamos especialmente de dicha comida la despedida entre Juan Carlos y su hija, la Infanta Elena, a la salida del restaurante con una cruz de Cristo que ambos se hicieron recíprocamente con un saludo posterior típico de dos jugadores de baloncesto. A su salida del restaurante, el Rey Emérito «lamentó que estas celebraciones no se produjeran con mayor asiduidad».