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Esther Cañadas: Irreconocible en los juzgados de Barcelona. El pasado martes, la modelo Esther Cañadas acudió a los juzgados de Espluges de Llobregat, para declarar en el juicio en el que se acusa a su ex pareja Sete Gibernau de evasión fiscal de 2,8 millones de euros. Su presencia ha despertado comentarios de todo tipo, ya que además de tirar por tierra las afirmaciones del fiscal con su declaración, ha sorprendido con su cambio de imagen, ya que se aprecia claramente un aumento de peso bastante considerable, pero a pesar de todo, y de haber elegido un look discreto, la top model de los 90 siguió acaparando todas las miradas.
La modelo española Esther Cañadas fue, en la década de los 90, una de las tops más cotizadas, ejerciendo como imagen de las firmas más prestigiosas, que querían en sus campañas su físico escultural y su mirada azul cielo.
Pero ahora todo eso ha cambiado, y es que la albaceteña, a sus 35 años, ha dado un giro de 180 grados a su imagen, tal y como ha demostrado estos últimos días.
Esther Cañadas acudió a los juzgados de Espluges de Llobregat, para declarar en un juicio en el que está implicado su ex marido Sete Gibernau, al que Hacienda le acusa de evasión fiscal de 2,8 millones de euros, entre los años 2005 y 2006.
La top, una de las famosas peor operadas, eligió para la ocasión un look de estilo informal, compuesto por unos vaqueros ajustados, jersey de punto, trench y zapatos en color gris, que complementó con un gran fular violeta, un maxi bolso de piel de cocodrilo negro y gafas de sol de aviador, pero no consiguió pasar desapercibida.
En su rostro se podía apreciar un notable aumento de peso, que ya pudimos ver el pasado verano, mientras Esther almorzaba junto a unas amigas en una terraza, pero en su cara, lejos de mostrarse avergonzada por su aspecto, la modelo lucía una sonrisa adorable.
En cuanto a sus declaraciones, a pesar de haber tenido más de un malentendido con el ex piloto de motos, la top que también mantuvo una relación con Mark Vanderloo, el sustituto perfecto de Jon Kortajarena en el desfile de Roberto Verino, defendió su declaración, afirmando que entre 2005 y 2006 Sete Gibernau no residía en España, sino que lo hacía en Suiza, por lo que no estaba obligado a declarar en nuestro país, tal y como afirma la defensa.
Según ha afirmado una fuente: “Declaró la verdad, que se divorciaron y que en aquel momento no estaban juntos porque él ya no vivía en España”, añadiendo: “lo que ha habido en este caso es un apetito voraz por parte de Hacienda, un afán recaudatorio desmedido”.
Esther Cañadas ha demostrado que a pesar de todas sus diferencias, valora la verdad ante todo.
