Hablamos con la joven escritora Elvira Suárez que tiene un nuevo trabajo en el mercado en el que trata ‘Las vulnerabilidades’.
Elvira Sastre tiene nueva obra, ‘Las vulnerabilidades’, cuya trama recoge cuestiones que están a la orden del día y donde la autora las engarza con una crítica palpable a toda la situación. Por ello, y en el marco del Día Internacional de la Mujer, hemos querido hablar con ella de todo lo que rodea a este nuevo trabajo. Del cual nos asegura estar muy contenta con el resultado y con la historia que ha intentado contar.
Qué vamos a encontrar.
Bueno, cuento muchas cosas, he querido ahondar en muchos temas que me interesa mucho, en esa zona más grisácea que tenemos todos, las complejidades de los seres humanos. Y, lo hago a través de una historia que toca temas como la violencia de género, el tratamiento a la víctima, de lo que hay de lo que no, de lo que falta de todo eso.
Escribir un libro así también es valiente por tu parte.
Es más declaración de intenciones, de recuperar un poco todo eso y ponerlo en valor. Evidentemente hay un riesgo al mostrar tus partes más vulnerables u oscuras, pero lo que encuentras después de eso es lo que hay al principio. No quiero decir que te haga más fuerte, pero sí que te hace ser más consciente de lo que eres y de entender mejor a los demás.
Es un libro sesudo, profundo, de calado, ¿dónde encontraste mayor dificultad, dificultad a la hora de escribir?
Hay partes que quizás sean un poco más gráficas, más detalladas, y por esos motivos cuesta ahondar un poco más, por ejemplo, situaciones de maltrato pero había una intención detrás de todo eso no solo de visibilizar, sino de intentar ahondar en las consecuencias y situaciones que tienen muchas víctimas de violencia machista, y sobre todo dejar clara mi crítica que entre otras es la falta de apoyo, un apoyo más preciso, a nivel institucional para estas personas.
¿Esa es la principal urgencia en cuento a la ayuda que pueden tener las víctimas?
Bueno, yo creo que tienen muchas, tampoco soy experta, pero en esta historia y en este libro en particular viene a criticar un poco que parece que todo el tema de la violencia de género se termina cuando meten al agresor en la cárcel, pero yo creo que ahí comienza una serie de circunstancias psicológicas para las víctimas que hacen que puedan caer en las cuestiones que no estaban en primera línea, que pasaban por allí, y a partir de eso afloran. Hay que reflexionar un poco sobre todo eso y saber bien dónde hay que poner la mirada.
Después de tu anterior obra qué te lleva a regresar con este nuevo trabajo.
La narrativa me interesa mucho, para mí es un desafío, estoy acostumbrada a escribir poesía y para mí ese es mi lenguaje porque me siento muy cómoda. La narrativa siempre me plantea ciertos desafíos que también me motiva mucho y es verdad que este libro cuando empezó en mi cabeza era una historia completamente distinta, pero me llamaba todo el rato hasta que decidí sentarme y dejar que fluyera.
Cambia mucho la historia que tú tienes en tu cabeza lo que después sale.
Depende de cada libro. El proceso es bastante diferente, en este caso no porque tenía esta historia muy atada en mi cabeza, sobre todo el principio, es cierto que al final no, el final no lo supe hasta que lo escribí.
¿Hiciste diferentes finales posible?
No, el final estaba hecho de alguna manera lo que pasa es que tenía quedar con él y acertar con él. El resto lo tenía bastante claro y el resto van surgiendo sobre la marcha. Y seguido te vas dando cuenta de que hay cosas que te van hablando más otras menos.
Tienes miedo de que el sentido que tú le querías dar a la obra y lo pierda cuando llega el lector.
Sí, cuento con ello, pero tampoco intento hacerme responsable de lo que cada uno entiende. con la poesía pasa mucho, por ejemplo. Esa es la magia de la literatura, y luego te sorprende.
Después del premio recibido (Premio Biblioteca Breve 2019) se siente un poquito de presión, a la hora de hacer un nuevo trabajo.
La presión me la pongo yo sola no me hace falta palmarés y con este libro que hecho un esfuerza para intentar desconectar de todo lo demás y permitir que libro salga como tenga que salir no contaminarlo demasiado.