Desde que, en noviembre de 2021, José Luis Gil sufriera un ictus, el célebre actor sigue inmerso en el proceso de recuperación
Suele decirse eso de que la vida son dos días y, por ello, hay que aprovecharla al máximo. Pues bien, esta conmovedora noticia es buena prueba de ello. Al famoso actor de “La que se avecina” y a toda su familia y seres queridos, les cambió la vida radicalmente cuando José Luis Gil sufrió un ictus hace aproximadamente dos años.
Desde entonces, la vida de José Luis y la de los suyos, como bien expone su hija en una carta absolutamente conmovedora que abordaremos a continuación, ha cambiado por completo y, al igual que él trata de rehabilitarse en medida de lo posible, ellos intentan adaptarse y hacer frente a su nueva realidad por compleja que sea.
“Sentir tanto cariño es un honor”
La hija de José Luis Gil, Irene Gil, ha salido al paso en redes sociales para aclarar la situación médica de su padre y tratar de zanjar un tema que, después de lo expuesto, queda claro que está siendo realmente duro para la familia.
Así pues, lo primero que quiso hacer la hija del actor es agradecer el cariño que le tiene la gente a su padre y el apoyo que está recibiendo desde que todo sucedió: “Me preguntáis por mi padre, os lo agradezco en el alma, sentir tanto cariño es un honor”. Sin embargo, y a pesar de que la imagen que acompaña a este texto es una estampa preciosa de padre e hija sonriendo, la dura realidad es bien distinta e Irene quiso dejarlo claro: “Es duro tener que hablar en su nombre, me gustaría que él pudiese responder a vuestros mensajes. No es así”.
“Es un golpe tremendo que cuesta encajar”
Tras enunciar estas duras palabras, la hija de José Luis continuó exponiendo en su post: “Han pasado dos años y estamos asumiendo todos que la vida no va a volver a ser la misma”. Una enfermedad tan dañina y repentina como esta es capaz de mandarlo todo al traste y, si no se detecta a tiempo, puede resultar irreparable. De ahí la importancia de la información al respecto y, por consiguiente, no dudar en acudir al hospital ante cualquier mínimo síntoma que pudiera asemejarse con los correspondientes al ictus.
Dicho esto, prosigamos con el escrito de Irene Gil que dejando leer entre líneas que las secuelas que este infarto cerebral le han provocado a su padre posiblemente sean irreversibles, siguió afirmando: “Es un golpe tremendo y que cuesta encajar, estamos en ello. Luchamos por afrontar esta situación que es muy compleja y dolorosa”. Por último, quiso volver a dar las gracias y pedir el máximo respeto ante una situación tan dura: “Gracias por vuestra prudencia y vuestro respeto”.