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Este año el Día Nacional de Mónaco ha sido muy especial. Ya que ha sido el momento que la familia Grimaldi ha elegido para presentar oficialmente a Sacha, el hijo de Andrea Casiragi y su mujer Tatiana. El pequeño se convirtió en el gran protagonista de una jornada que reunió a toda la familia en el Palacio Grimaldi. Incluso pudimos ver a Alberto de Mónaco junto a la Princesa Charlene, eso sí, escondiendo su embarazo detrás del balcón. Sin duda un día muy mágico para todos.
El 19 de noviembre es el Día Nacional de Mónaco. Y como es tradición, la familia Grimaldi comparte un día tan especial con el resto del pueblo. En esta ocasión todo ha sido felicidad, ya que el encuentro ha servido para que Andrea Casiragi y su mujer Tatiana presentaran oficialmente a su hijo Sacha, que se convirtió en el gran protagonista del día.
Sacha llevaba un abriguito color camel, un peto de terciopelo abombachado, medias largas y zapatos ingleses, un look muy clásico que hizo las delicias de todos los asistentes. Todos los Grimaldi se le rifaban para llevárselo a los brazos. Está claro que el pequeño no pudo debutar en la agenda oficial monegasca de mejor manera que asistiendo a la tradicional Fiesta Nacional y asomándose al balcón de Palacio.
La familia, después de su famosa boda de sueño, es muy feliz. Disfrutan de cada momento, e incluso ya hay rumores de que ella podría estar embarazada de nuevo. Y es que la colocación de sus manos en el abdomen bastante abultado parece significar que Sacha dejará de ser hijo único dentro de no mucho tiempo. Veremos que ocurre.
El beso entre Alberto y Charlene
Pero la atención también se centró en lo alto de la casa Grimaldi. En la venta aparecieron Alberto de Mónaco junto a su esposa Charlene. Ella tan elegante como siempre, quiso saludar a su pueblo y además les regaló un beso junto a su marido. Eso sí, no pudimos verla mucho tiempo, e incluso aprovechó la barandilla de la ventana para ocultar su adelantado embarazo.
También estuvieron presentes Pierre Casiraghi y las princesas Alexandra y Estefanía. Sin embargo, no hubo ni rastro de Carlota Casiraghi, Gad Elmaleh o el pequeño Raphaël. A la princesa desde que se la vio celebrar su primer cumpleaños como mamá, no se ha dado mucho en este tipo de actos.
Lo que está claro es que no hizo falta que viniera más gente porque el pequeño Sacha, con su sonrisa y su forma de ser acaparó todas las miradas y los flashes de las cámaras. Está claro que ha nacido una nueva estrella.
