[galleria id=»8285″]Carolina Cerezuela y sus hijos: los mejores apoyos para Carlos Moyá. La familia feliz continúa con su estancia en Miami y no para de deleitarnos con imágenes de lo más tiernas y familiares. Carolina y sus dos hijos han estado sentados en la grada para animar a su marido y papá que se encontraba en la pista jugando un torneo de tenis. Carlos Moyá no se dedica al tenis profesionalmente como lo ha hecho años atrás pero eso no quita para que compita en algún torneo y encima se alce con el título, ya que el apoyo incondicional de sus pequeños, Carla y Carlos, y el de su mujer, le dan las fuerzas suficientes para ser el mejor.
Carolina Cerezuela y Carlos Moyá viajaron a Miami con sus hijos el pasado 14 de febrero y desde entonces ya han protagonizado varias escenas muy familiares en las que dan a todo el mundo una gran envidia por la feliz familia que están construyendo.
La presentadora y el ex tenista tienen allí una casa y les gusta pasar de vez en cuando alguna temporada, en la que tienen tiempo para disfrutar de su matrimonio pero en la que gran parte del día se lo dedican a los grandes amores de sus vidas, Carla de 2 años y Carlos de dos meses.
El otro día les vimos pasando un día en el parque donde los mayores disfrutaron tanto como los pequeños y en esta ocasión ha sido mientras Carlos Moyá jugaba el Torneo Delray Beach de Florida. Mientras él estaba en la pista, el resto de su familia se encontraba en la grada lo que le dio las fuerzas suficientes para vencer al veterano John McEnroe, el cual fue número 1 en sus tiempos, y alzarse así con el trofeo del torneo.
Carlos Moyá podía sentir desde la pista la atenta mirada de su mujer Carolina Cerezuela, que con el pequeño Carlos en brazos no dejó de estar pendiente de su marido. Pero la presentadora y actriz de televisión también tuvo tiempo para dedicarlo solo a su pequeño, al que estuvo dando besos y haciendo carantoñas continuamente.
Carla, como ya es toda una mujercita de dos años, estaba sentada en una silla al lado de su madre para ver con gran expectación lo bien que lo estaba haciendo su padre. Pero ante todo es una niña, y también estuvo muy concentrada jugando con su ordenador didáctico el cual hasta llevaba incorporados unos cascos que le hacían juego con el vestidito a rayas rosa que llevaba.
Al terminar el partido, cuando Carlos Moyá ya tenía el trofeo en la mano, la pequeña Carla se subió a sus rodillas y ambos protagonizaron una bonita fotografía de padre e hija.
Carlos Moyá y Carolina Cerezuela nos están demostrando cada día que pasan en Miami la gran felicidad que sienten al estar todos reunidos en familia, una familia que esperan que con el tiempo siga aumentando.