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El jet lag es ese temido efecto secundario de los viajes largos que tanto nos gustan. También conocido como descompensación horaria o disritmia circadiana, tiene algunos síntomas producidos por la mala adaptación a los cambios de hora que pueden fastidiar hasta el más esperado de los viajes. Descubramos juntas cuáles son.
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Irritabilidad
De noche, la glándula plineal produce melatonina para que puedas dormir. Si viajas de día y atraviesas varios husos horarios, no la produces y, por tanto, no duermes. Muchas personas se irritan cuando no descansan correctamente, es algo muy común y que podría explicar por qué cuando viajas por muchas horas, eres más propensa a enfadarte en situaciones que en otro momento no te alterarían. Para evitarlo prueba la melatonina en cápsulas antes de viajar.
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Fatiga
Los viajes largos cansan mucho pero en especial si vas hacia el este porque se pierden horas de sueño. Estos viajes producen una fatiga que puede acompañarte durante varios días e incluso semanas. La fatiga viene de la mano con una intensa dificultad para concentrarse y es posible que encuentres problemas para desarrollar normalmente tu jornada. Cuando el viaje es por trabajo, esto puede ser un importante factor de riesgo que recomendamos gestionar con anticipación.
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Dolor de cabeza
Viajar en avión durante varias horas afecta a la presión de algunas personas (algo similar a lo que sucede con el mal de altura). El síntoma se produce porque, al permanecer en la cabina presurizada del avión durante varias horas, es fácil sentir dolor de cabeza que a veces es intenso y dura varios días. Las cefaleas por viajar en avión suelen venir acompañadas de deshidratación, molestias en los ojos y la nariz por el aire acondicionado y el ambiente seco y una sensación de malestar general.
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Insomnio
Los problemas del sueño son parte del síndrome del viajero. Aunque a algunas les pasará al contrario y experimentarán una somnolencia excesiva, lo común es no poder dormir. Te aconsejamos ser paciente ya que tu cuerpo necesita varios días para ajustar su reloj biológico al nuevo lugar de destino. Si el problema persiste, podrían ser otras las causas y te podemos recomendar algunos remedios.
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Problemas digestivos
La aerofagia causada por el cambio de presión es solo uno de los muchos síntomas del jet lag a nivel digestivo. También es bastante común tener estreñimiento o sufrir diarreas. Conviene tener cuidado y beber mucha agua durante el viaje para no deshidratarse. También es recomendable que, después de comer, te muevas un poco, para estimular el funcionamiento del sistema digestivo.
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Dolor muscular
Un síntoma clásico del jet lag son los dolores de espalda y piernas. Se produce el dolor cuando pasas muchas horas en la misma posición. Además, ten en cuenta que el aire frío del avión puede empeorar la situación muchísimo. Es recomendable hacer algunos estiramientos al menos cada dos horas de viaje. Descubre los mejores trucos para superar un viaje de muchas horas en avión.
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