La sandía es nutritiva, hidratante, diurética y baja en calorías. Una de las frutas veraniegas por excelencia y que, detrás de su color rojo característico y su sabor dulzón, esconde múltiples propiedades y beneficios para la salud.
Una porción de sandía aporta vitaminas, minerales, antioxidantes y aminoácidos esenciales, siendo una aliada para prevenir trastornos como la hipertensión arterial, el síndrome metabólico, la astenia y el estrés.
Propiedades de la sandía
La sandía (Citrullus lanatus) es el fruto de la sandiera, una planta herbácea familia de las cucurbitáceas. Más del 90% de su contenido es agua, de sabor dulce y pulpa de color rosado o rojo. La sandía es una fruta milenaria, teniendo constancia de su cultivo en el Valle del Nilo hace más de 3.500 años. Hay dos tipos de sandías, con semillas negras o marrones (la cáscara es de color verde oscuro) y con unas pequeñas semillas blancas comestibles (la corteza es verde claro con rayas verdes oscuras).
Las propiedades nutricionales de la sandía son:
- Rica en agua y sales.
- Contiene minerales (potasio, hierro, fósforo, magnesio, manganeso…).
- Contiene vitaminas (vitamina A, C y en menor cantidad vitamina B), ácido fólico y betacarotenos.
- Hidratos de carbono y fibra.
Beneficios de comer sandía
En zumo o en porciones calma la sed y reporta innumerables beneficios para nuestra salud:
- La sandía es un alimento recomendado para los pacientes que padecen astenia y estrés.
- Rica en antioxidantes como el licopeno, responsable además de darle color, la sandía ayuda a controlar la glucemia y la dislipemia, así como la tensión arterial alta.
- Por su contenido en fibra dietética, favorece la digestión y regula los niveles de colesterol.
- Es una fruta perfecta para depurar y eliminar toxinas del organismo, gracias a su elevado contenido en agua.
- La sandía ayuda a limpiar el intestino y a evitar el estreñimiento.
- Por su efecto refrescante ayuda a combatir la deshidratación y la fatiga.
- Por su bajo contenido en calorías (20 por cada 100 gramos) es un alimento ideal para las dietas de adelgazamiento. Prueba la dieta de la sandía para ganar la batalla a la báscula.
Beneficios de la cáscara de la sandía
- Hasta de la corteza de la sandía se puede sacar partido, gracias a la citrulina, el aminoácido que enriquece el zumo y que ayuda a la recuperación física.
- Aumenta el flujo sanguíneo y reduce el dolor muscular gracias a su efecto antiinflamatorio.
- No es la única propiedad de la citrulina, ya que es un componente esencial para sintetizar la arginina (aminoácido), la cual a su vez es necesaria para la formación de las proteínas y otras moléculas como el óxido nítrico, lo que ayuda a la prevención de trastornos cardiovasculares y del síndrome metabólico.
Sandía para prevenir la diabetes
La sandía es apta para diabéticos. Su sabor dulzón puede despistar, pero la sandía no tiene colesterol ni grasa y aporta pocos hidratos de carbono, cuya ingesta para controlar los niveles de azúcar en sangre debe estar entre los 45-65 gramos por comida. Una porción de sandía aporta únicamente 15 gramos de hidratos de carbono y 1 gramos de fibra dietética.
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