Salmorejo: Nutritiva receta baja en calorías. Una receta tradicional, de toda la vida, y una aliada de nuestra salud y de nuestro peso. Y es que el salmorejo cordobés no solo es apreciado por sus virtudes nutritivas, sino también por su bajo contenido en calorías. Recomendación, de la mano del Instituto de Obesidad, para incluir este plato en nuestra dieta, sobre todo cuando el termómetro empieza a subir de temporada, ya que tomado en frío alivia el calor. Un plato tan económico como sencillo de elaborar.
Somos lo que comemos. Y por eso la alimentación juega un papel esencial a la hora de proteger nuestra salud, además de tener la respuesta en muchas ocasiones a los problemas de peso. Seguir una dieta sana, variada y equilibrada es una premisa básica. Una dieta en la que, por recomendación de los especialistas del Instituto de Obesidad, IOB, no puede faltar una receta tan tradicional como nutritiva. Hablamos del salmorejo, un plato saludable y, además, bajo en calorías. Su aporte calórico ronda las 70 kilocalorías por cada cien mililitros (una ración, unos 250 mililitros, ronda las 175 kilocalorías). Pero es que además el salmorejo es sinónimo de vitaminas, minerales, proteínas, grasas saludables e hidratos de carbono.
El salmorejo es especialmente rico en fibra vegetal –lo cual favorece su digestión-, vitaminas C y E y licopeno. Uno de sus ingredientes principales es el aceite de oliva, cuyas virtudes son ampliamente conocidas. A esto hay que sumarle, el tomate, el ajo -un excelente vasodilatador para mejorar la circulación sanguínea-, el pan, huevo duro y el jamón serrano -alimento rico en proteínas, hierro y vitamina B12-. El salmorejo es una receta cardiosaludable, gracias a su perfil de ácidos grasos.
Y no termina aquí la lista de beneficios de este plato sencillo y económico. Al estar elaborado con alimentos crudos se mantienen intactas todas las enzimas de los vegetales y todas sus propiedades nutritivas (vitaminas, minerales).
El salmorejo, una rica crema o sopa fría del recetario andaluz, es uno de esos platos que podemos preparar, conservar y tomar en cualquier momento. Una receta que, aunque podemos tomar en cualquier época del año, es especialmente recomendable para la dieta de verano. No solo, y al igual que el gazpacho, nos ayuda a combatir las altas temperaturas, sino que nos ayuda a reponer líquidos –bueno para garantizar una correcta hidratación– e iones como el potasio o el sodio.
¿Salmorejo o gazpacho?
En cuestiones de valores y propiedades nutricionales, ambos son una apuesta segura y saludable. El salmorejo y el gazpacho son dos cremas frías nutritivas, con el tomate como ingrediente, una extraordinaria fuente de licopeno (antioxidante). La diferencia radica en los ingredientes, ya que el salmorejo se hace sin pimiento ni pepino, y añadiendo más pan. Esto es lo que hace variar el sabor y textura final, ya que el resultado es una crema más espesa en el caso del salmorejo.
Dos platos especialmente recomendables para sumar a la dieta de verano y que, además, aúnan en una combinación de alimentos los beneficios de la dieta mediterránea.