Propiedades del kale: un alimento indispensable para una dieta saludable

Las personas expertas en nutrición saben que cuanto más verde, mejor. Eso es lo que sucede con el kale, también conocida como col rizada o col berza, esta deliciosa verdura de hojas color verde intenso, tiene tantas propiedades nutricionales que nunca te cansarás de comerla. Proveniente del norte de Alemania, se ha hecho cada vez más popular, no sólo por la recomendación de los nutricionistas, sino porque ha creado furor entre celebreties como Gwyneth Paltrow, Victoria Beckham, Angelina Jolie o el chef Jamie Oliver.

El kale tiene hojas rizadas verdes oscuras y tiene una gran cantidad de calcio y hierro. De hecho, una sola taza de kale tiene más calcio que un vaso de leche y más hierro que un filete de carne. Además, aporta una gran cantidad de vitamina C, K y A, lo que se traduce un sinfín de propiedades beneficiosas para el organismo. Los expertos recomiendan consumir una taza y media de kale dos días en semana para que sus beneficios se noten por dentro y fuera de nuestro cuerpo.

Propiedades y beneficios del kale

El kale es recomendado para personas con osteoporosis por su alto contenido en calcio. También, su consumo habitual ayuda a prevenir enfermedades relacionadas con la pérdida de densidad ósea, así como debilidad en los huesos. Además, es una gran alternativa para aquellas personas que no consumen lácteos u otros alimentos de origen animal que aportan calcio.

También es rica en fibra y proteínas vegetales, además de ser bajo en calorías, por lo que ayuda a mantener un sistema digestivo saludable y es aconsejable como alimento saciante en casos de dietas de pérdida de peso. Algunas investigaciones han probado que consumirlo en forma de suplemento puede reducir el colesterol malo y aumentar el bueno, por lo que es un alimento saludable para el corazón que reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Tiene propiedades anticancerígenas, debido a la concentración de vitamina K que en sinergia con alimentos ricos en vitamina D es un potente anticancerígeno. Para que te hagas una idea, una taza de kale tiene el 684% de la dosis diaria recomendada de vitamina K.

Su magnífico aporte de hierro previene la anemia, sobre todo en personas veganas o vegetarianas. El consumo de alimentos ricos en hierro ayuda a generar hemoglobina y enzimas que favorecen la oxigenación de la sangre y potencia el buen funcionamiento el hígado.

Es una verdura riquísima en antioxidantes y tiene efectos alcalinos y anti-inflamatorios, por lo que además de ser anticancerígena, ayuda a la regeneración celular y a combatir algunos síntomas de la artritis, el asma o los desórdenes auto-inmunes.

Un pequeño consejo: masajea sus hojas cuando la laves para que su textura sea un poco más suave.

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