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Hay quien diría, y no sin razón, que es la revancha de las curvas. Demasiado preocupados por la imagen y por el físico, en ocasiones hemos caído en el error de pensar que la delgadez es el prototipo de cuerpo saludable. Cada kilo cuenta para la salud, es cierto, pero también lo es que lucir un físico con curvas o una talla 40 puede ser igual de saludable. Si echamos un vistazo a la galería de imágenes que hemos seleccionado constataremos que las curvas también son una seña de identidad de hermosas modelos. Un cuerpo proporcionado también es un cuerpo saludable. Lo importante se seguir una dieta sana, variada y equilibrada y hacer ejercicio de manera regular.
La talla de pantalón no es lo más importante, sino el aceptar con serenidad nuestro propio cuerpo y sus defectos porque, seamos sinceros, todos tenemos alguno, sin excepción. Obsesionarse con estar delgado puede condenarnos a una relación peligrosa con la comida, en la búsqueda constante de encontrar la dieta que nos asegure la pérdida de peso de manera rápida. De hecho, el querer estar delgada a toda costa es la primera señal que nos puede advertir de un trastorno de la alimentación, problemas con la comida que afectan cada vez más a menudo a mujeres jóvenes. La obsesión por la delgadez lleva no solo a reducir las calorías que se consumen al día, sino a tener un sentimiento de culpabilidad por cada bocado.
De manera paralela también preocupan los datos de prevalencia de la obesidad, un trastorno que no solo se traduce en kilos de más, sino en un factor de riesgo de otras patologías (diabetes, colesterol, problemas cardiovasculares…). Para prevenir la obesidad hay que revisar la dieta, evitando la comida basura o demasiado rica en grasas y azúcares. La obesidad es una enfermedad tan peligrosa como la anorexia o la bulimia.
Peso ideal Vigilar lo que comemos es la mejor manera de cuidar la salud y el peso. Una dieta equilibrada, baja en grasas y rica en frutas y verduras. Por su parte, practicar deporte (evitar el sedentarismo) es crucial para el bienestar y para la línea.
Recuerda que una mujer no sólo es hermosa cuando lleva una talla determinada, sino cuando a simple vista se aprecia que goza de buena salud, resultado de una relación equilibrada con los alimentos y su cuerpo.
El mensaje que debe prevalecer, sobre todo entre las más jóvenes, no es ni mucho menos que «la gorda es fea y la delgada es guapa», sino que todas las mujeres son hermosas, siempre y cuando su cuerpo sea el resultado de un estilo de vida saludable, una dieta equilibrada y una especial atención a su salud, el atractivo más valioso que tenemos.
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