Dormir menos de 5 horas engorda y, como alerta la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEE), aumenta los riesgos de padecer obesidad u sobrepeso.
El sueño influye en el metabolismo, en el aumento del apetito y en la resistencia a la insulina, lo que puede conducir a la obesidad y diabetes. Un estudio realizado por el Weill Cornell Medical College de Doha, y presentado en el encuentro de la Sociedad Endocrina de Estados Unidos, apunta a que perder media hora de sueño ya tiene efectos a largo plazo en el metabolismo y el peso corporal.
Relación entre el sueño y la obesidad
Dormir bien es fundamental para nuestro cuerpo y, como señalan los expertos, para reducir los riesgos de enfermedades como la obesidad, un trastorno cada vez más frecuente entre la población adulta. Según los datos de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, más del 20% de la población padece obesidad, puerta de entrada además de otros problemas como la diabetes de tipo 2), hipertensión arterial, hiperlipemia o apnea del sueño, entre otras.
Los estudios llevados a cabo durante los últimos años han constatado que la relación entre el sueño y la obesidad es más fuerte de lo que se pensaba. Así, entre los hábitos de vida saludables, los médicos subrayan la importancia de la calidad del sueño y las horas de descanso. Lo más aconsejable es dormir entre siete y ocho horas al día.
Dormir mal o poco puede engordar: Razones
Una de las primeras consecuencias de dormir mal es la falta de apetito a la hora del desayuno. Empezar mal el día, con menos aportes energéticos de los necesarios, es el primer paso para aumentar el riesgo de padecer obesidad.
En el caso de los adultos, según un estudio llevado a cabo con más de 68.000 mujeres (durante un periodo de más de quince años), dormir menos de cinco horas aumenta las posibilidades de ganar peso, casi el doble, ya que los resultados señalaron que las que dormían poco tenían más del 30% de posibilidades de ganar hasta 15 kilos de peso, frente a las que dormían 7-8 horas de media.
Diversos estudios han constatado que la privación de sueño lleva a saciar el apetito con alimentos con mayor contenido de grasa y azúcar.
Dormir puede ayudarte a perder peso
Las horas de sueño inciden sobre las hormonas del apetito, la leptina y la ghrelina, responsables de la sensación de hambre y de estimular nuestro apetito. Según una investigación de la Universidad King’s College de Londres, dormir más de 7 horas ayuda a comer menos. El motivo es que el sueño interrumpido afecta directamente a las hormonas relacionadas con el hambre.
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