Los minerales son uno de los nutrientes esenciales para el correcto funcionamiento del organismo. Sin embargo, ¿sabías que las mujeres tienen necesidades nutritivas diferentes a los hombres? Hay una serie de minerales que conviene tener muy presentes en la dieta, y cuya carencia puede estar detrás de algunas de las alteraciones más comunes, como el cansancio, la irritabilidad o la retención de líquidos. Vamos a ver cuáles son los minerales que no te pueden faltar y, a partir de ahí, descubrir qué debes cambiar para que tu dieta sea correcta.
Minerales para una dieta sana
¿Cuáles son los minerales que no pueden faltar en tu dieta por sus beneficios específicos para la salud de la mujer? En concreto, hablamos de cinco minerales. Conocer su función, y cómo reacciona nuestro organismo ante su carencia, nos ayudará a planificar mejor cuáles son los minerales para seguir una dieta sana y equilibrada.
- Hierro: La carencia de hierro provoca, entre otros, cansancio, y en el caso de las mujeres puede estar asociada a la menstruación. El hierro cumple una función esencial, la de transportar el oxígeno a las células del cuerpo. Lo encontramos en alimentos como pescados, carnes, legumbres, vegetales de hojas verdes y frutos secos. Para metabolizar mejor el hierro, combinar con alimentos ricos en vitamina C.
- Calcio: Incluir 2 lácteos al día en la dieta es la recomendación de la OMS, principal fuente de calcio, un mineral esencial para la salud de los huesos. También interviene en la coagulación sanguínea. Lo encontramos en el pescado azul, legumbres, espinacas, berros, acelgas y frutos secos.
- Magnesio: El magnesio es un aliado de la salud femenina para evitar el cansancio, la irritabilidad, calambres musculares y problemas para dormir, especialmente en los días previos a la menstruación. Ayuda a equilibrar el sistema nervioso y mantiene los músculos en forma. Está presente en las verduras, frutas, frutos secos, legumbres, pescados y cereales integrales.
- Potasio: La falta de potasio favorece la hinchazón y la retención de líquidos. Está presente en alimentos como los frutos secos, legumbres, hortalizas, frutas, pan y pescado. De igual manera conviene reducir el consumo de sal.
- Cromo: La carencia de cromo provoca descensos de los niveles de glucosa en sangre, lo que hará que tendamos a comer alimentos más dulces y calóricos. El cromo también interviene en el metabolismo de los carbohidratos. Lo encontramos en lácteos, fruta, tomates, cereales, dátiles y mejillones.
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