McDonalds: a partir de ahora sabremos cuantas calorías tiene lo que comemos

Cartel de un McDonalds
McDonalds: a partir de ahora sabremos cuantas calorías tiene lo que comemos. Los restaurantes de la cadena McDonalds de Nueva York han comenzado a implantar en los carteles de sus locales las calorías de cada producto, adelantándose a la reforma sanitaria impuesta por el Presidente Barack Obama, que se llevará a cabo a principios del próximo año, y que exigirá a las marcas que muestren esta información en más de 20 de sus locales. Esperamos que esta nueva iniciativa conciencie tanto a los adultos como a los más pequeños a mejorar su alimentación y a prevenir la obesidad.
Según un informe que recoge los datos del pasado año 2011 en Estados Unidos, la obesidad es la quinta causa de muerte del país, por lo que el Presidente Barack Obama junto al Tribunal Supremo se han puesto manos a la obra para que estas estadísticas cambien.
 
La cadena de restaurantes McDonalds, la mayor del mundo de hamburguesas, es una de las favoritas tanto por adultos como por los más pequeños, y cuenta sólo el EEUU con más de 14.000 locales, que a diario son frecuentados por multitud de personas que sufren obesidad.
 
Por eso, McDonalds ha decidido adelantarse a las propuestas del Tribunal Supremo, que se llevarán a cabo a principios de 2013, y ha comenzado a instaurar en sus restaurantes los carteles de los menús con las calorías que contiene cada alimento, tal y como lo hace el restaurante de Las Vegas con su hamburguesa de 10.000 calorías, pero no para llamar la atención de los clientes, ya que McDonalds no lo necesita.
 
Según ha informado Jan Fields, el presidente de la cadena en el país, «Queremos hacer esto de forma voluntaria. Realmente creemos que ayudará a la educación de nuestros clientes», añadiendo que esta «información no ha variado lo que los clientes piden. Normalmente las combinaciones de menú no varían, sino que la gente se siente mejor al conocer esta información».
 
Esto es lo que asegura el encargado de uno de los locales en Washington, que a partir de este lunes ha instaurado esta medida en sus carteles: «Un Big Mac, 550. El menú completo con patatas fritas y refresco de 930 a 1170. La gente no se fija en eso, yo no noto la diferencia con otros días. Lo único es que, si un cliente quiere saber el valor energético de lo que come, ahora puede».
 
Además de esta novedad, la cadena de hamburgueserías ha decidido modificar algunos de sus productos para hacerlos más ligeros, sobre todo los de los niños, a los que la comida basura les puede perjudicar demasiado a su salud, por ejemplo introduciendo trocitos de manzana en los menús, o fabricando un McMuffin de claras de huevo y pan integral.
 
Esperamos que esta decisión llegue pronto a nuestro país para que todos nos concienciemos de lo que nos comemos.

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