Existen laxantes naturales que pueden ayudarnos en esos momentos en los que nuestro metabolismo ralentiza su actividad acumulando toxinas y reteniendo líquido en exceso, lo que se traduce en un aumento de volumen que no siempre es bien aceptado. Además de causar posibles inestetismos, la acumulación de toxinas no es nada buena para nuestro organismo, una dieta depurativa ayuda no sólo a adelgazar y perder peso sino que permite al hígado filtrar mejor estas sustancias y restablecer un equilibrio en el proceso de eliminación de dichas sustancias. Veamos en detalle cuáles alimentos pueden tener una función de laxante natural para adelgazar y perder volumen sin perjudicar nuestro organismo:
¿Cuáles son los laxantes para adelgazar más recomendados y naturales?
Los laxantes se han convertido en un complemento para perder peso, si bien su consumo debe hacerse con moderación ya que, por un lado, su función es activar el intestino y, por otro, si recurrimos a los laxantes artificiales, como todos los medicamentos, puede tener efectos secundarios si no se administran correctamente o se abusa de ellos. De entrada hay que aclarar que los laxantes nos ayudan a perder líquido, no grasa, por eso es importante controlar cuándo y cómo se toman para evitar riesgos, como una posible deshidratación o pérdida del equilibrio hídrico del cuerpo.
Los laxantes deben ser utilizados como complemento, no como sustituto de los alimentos. Adelgazar no solo es un cuestión de reducir el número de calorías, sino de revisar nuestros hábitos alimenticios, ya que en más de una ocasión llevar una dieta desequilibrada es precisamente la causa del exceso de peso. Los laxantes pueden ser un aliado, pero si no se toman con precaución también pueden tener el efecto contrario, ya que en definitiva su función es la de acelerar el intestino. Además, si recurrimos con demasiada frecuencia a los laxantes nuestro organismo terminará por acostumbrarse. Lo más aconsejable, además de consultar al médico o especialista, es optar por los laxantes más naturales, hierbas, tés e infusiones, como las hojas de boldo, las hojas de sen o el fruto de rosa mosqueta.
Té de Boldo y otras infusiones
El boldo es una planta a la que se le atribuyen efectos diuréticos y antioxidantes. Una bebida aromática que puede tomarse antes o después de las comidas ya que favorece la digestión. De igual manera, las hojas de sen tienen un efecto depurativo, una característica que convierte a las hojas de té de sen en un buen aliado para ayudarnos a perder peso. A este té se le atribuye un efecto laxante gracias a su contenido en flavonoides o mucílagos. Lo aconsejable, tomar dos tazas de esta infusión al día. Si estás embarazada o tienes problemas de hígado, no tomes té de boldo, puesto que podría provocar contracciones uterinas y hasta el aborto. De igual manera, personas con patologías renales o del hígado deben consultar su médico antes de utilizar esta sustancia como laxante para adelgazar.
Fruto de la rosa mosqueta y Áloe vera
El fruto de la rosa mosqueta –muy utilizado en productos de belleza y tratamientos de la piel- también puede ser un complemento de nuestra dieta. Contiene, entre otros componentes, vitaminas y taninos. Con sus hojas se puede preparar un té verde de rosa mosqueta. Tiene efecto laxante, diurético y estimulante, al tiempo que es buen antioxidante. Lo mismo podemos decir de los zumos de Áloe Vera, una sustancia muy conocida y utilizada en el mundo de la cosmética por sus propiedades lenitivas. Gracias a la aloína que contiene es un acelerador natural del metabolismo de los ácidos grasos y permite, por lo tanto, aumentar el ritmo metabólico de eliminación de grasas. Una receta muy sencilla que puedes hacer en la licuadora para tomarla es: Media hoja mediana de planta de Áloe Vera, zumo de limón y una cucharada de miel.
La cebolla
Esta hortaliza es muy rica en vitamina C y minerales, por lo que además de ayudarnos a adelgazar nos protegerá de las enfermedades más comunes como el constipado o la gripe. Tiene un poder diurético notable y es mano de santo contra el estreñimiento ya que activa el movimiento intestinal. Introducirla en la dieta es además bastante sencillo, su sabor es bueno, cuesta muy poco y hay una infinidad de recetas con las que poder inspirarnos.
Todos los alimentos con un alto contenido en fibra frutas, verduras, hortalizas y legumbres- admiten la definición de laxantes, ya que la fibra (soluble e insoluble) ayuda a regular la función intestinal. Este tipo de laxantes, además de ayudar a nuestro intestino, también nos ayuda a perder peso de una forma natural. Alimentos como la piña, la manzana, el tomate, las ciruelas, los arándanos o el café.
Pros y contras de los laxantes
El uso de laxantes puede reducir la sensación de pesadez e hinchazón, pero también pueden incrementar la pérdida de líquidos. Tanto la dieta que sigamos, como la hidratación, juegan un papel fundamental, ya que los laxantes pueden favorecer la pérdida de minerales (potasio, sodio), vitaminas hidrosolubles y provocar, como efecto rebote, estreñimiento y problemas de la flora intestinal.