La torrija es un postre que tiene una gran tradición llegada esta época del año y son muchas las familias que las elaboran en casa
Dado el momento del año en el que nos encontramos, uno de los dulces más típicos del país empieza a tener protagonismo. Y es que la torrija es por excelencia el postre más demandado en esta época del año, en plena cuaresma. Se trata de un postre que utiliza como base una rebanada de pan que va impregnada en vino o leche, que pasa por el fuego y a la que se le chorrea miel o almíbar.
Este postre resulta una delicia para el paladar, pero también aguarda algunos beneficios importantes. Todos los alimentos que la componen tienen un alto valor nutritivo a la vez que son saludables para nuestro cuerpo ya que son ir más lejos tiene un bajo colesterol, si no la realizamos de leche.
Este alimento tiene un alto contenido en vitaminas A y B3, pero también lleva calcio, potasio o por ejemplo ácido fólico. Evidentemente también se trata de un dulce y como tal tiene un valor calórico importante que resalta por sí solo, además de tener en sus filas gran cantidad de grasas saturadas. Es por ello por lo que se aconseja que la ingesta de este producto sea de una manera razonable evitando los excesos. En este sentido podemos optar por la elaboración de una torrija que sea de un tamaño menor para que podamos disfrutar de ella de una manera saludable.
Podemos bajar las calorías de la torrija
Los expertos en nutrición no evitan el consumo de torrijas en esta época del año ya que se trata de un postre que, si elegimos elaborarlo nosotros mismo, podemos variar las cantidades a nuestro antojo y así poder rebajar el contenido calórico que puedan tener. De esta manera se pueden compaginar perfectamente con la dieta que llevemos a cabo además de con nuestra rutina de entrenamiento, ya que no nos afectará.
Para hacerlas algo más light, puedes colocar un papel absorbente después de pasar por el fuego para que absorba todo el aceite restante y se eliminen sus calorías. También puedes bajar las cantidades de miel o el almíbar que se le vierte posteriormente, o incluso cambiarlo por una fruta como la fresa.
En la elección de la leche también podemos variar. Puedes coger leche desnatada en lugar de leche entera. Si no quieres que lleve tanta cantidad de azúcar los puedes reducir por edulcorantes. Y sobre todo, en la base de este postre también puedes cambiar. La elección del pan es importante y puedes elegir un pan integral.