La dieta para la operación bikini debe ser hipocalórica pero equilibrada

La báscula no miente, y sí, puede que ahí estén reflejados los kilitos de más que hemos ido ganando a lo largo de los meses de frío, pero con la llegada del buen tiempo, es el momento de empezar a pensar en recuperar y cuidar nuestro peso ideal. Llega la temporada del traje de baño y, lógicamente, los gramos de más, con tendencia a acumularse en las zonas más rebeldes, pueden resultarnos incómodos. Lo más aconsejable, lógicamente, es cuidar la dieta a lo largo de todo el año, pero si hemos sido perezosos, siempre es buen momento para empezar. Eso sí, cuanto antes mejor, porque las dietas de última hora pueden ser una solución tardía para conseguir los resultados esperados. Pero, ¿cómo debe ser la dieta? Te lo contamos.

Cómo prepararse para hacer dieta Antes de empezar con la dieta para la operación bikini, conviene empezar por revisar y corregir algunos hábitos, como el tomar bebidas o alimentos con un alto contenido calórico. Revisar también los horarios de las comidas (hay que hacer 5 al día en horarios regulares) y tratar de incluir los hidratos de carbono en la comida y hacer una cena ligera. El pescado, al menos dos o tres veces a la semana. Para purificar el organismo, y también para mejorar la hidratación, sobre todo con la llegada del calor, entre horas se puede tomar fruta de temporada, una zanahoria (además ayuda a broncear la piel) o un yogur bajo en grasa.

La dieta para la operación bikini Esta dieta propone tomar un menú ligero y desintoxicante durante los 2-3 primeros días, para eliminar los residuos y toxinas del organismo. Así, por ejemplo, para el desayuno propone tomar té verde o café endulzado con aspartamo, 3-4 rebanadas de pan integral con mermelada sin azúcar, una ensalada de frutas sin azúcar o zumo de naranja sin azúcar. A la hora de la comida, incluir fruta del tiempo con yogur bajo en grasa. Podemos tomar un plato de pasta o ensalada de verduras con filete de pollo o pavo a la plancha. Para la cena, verduras cocidas o crudas a voluntad y un filete de pescado blanco. Para aderezar los platos podemeos utilizar vinagre o limón y tres cucharaditas de aceite de oliva virgen extra.

Durante los siguiente días, en el desayuno se puede tomar una taza de té verde, con fruta fresca o dos rebanadas de pan integral con mermelada sin azúcar. Una ensalada para el almuerzo que se prepara con 250 gramos de mozzarella, dos tomates rojos, albahaca, especias y verduras hervidas o 100 gramos de espaguetis con almejas y ensalada de tomate. Para la cena, filete de ternera (200 gr.) a la pimienta, ensalada verde o con tomate o también 200 gramos de lubina con un aderezo de espárragos.

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