Nadie duda de que mantener un ritmo de vida activo con una buena rutina de ejercicio físico es la mejor inversión para la salud de nuestro cuerpo. Sin embargo, no se equivocan los que aseguran que «todos los excesos son malos», porque hacer demasiado ejercicio cada día puede derivar en problemas cardiovasculares y otros trastornos de salud. Por ello, debes tener en cuenta que hacer una rutina de ejercicios diariamente rigurosa y sin descansos puede conllevar algunos riesgos. Te los contamos.
Problemas cardiovasculares
Realizar ejercicio un día sí y otro también con rutinas de alto impacto supone un esfuerzo extra del corazón, lo que puede provocar que aumente su tamaño, provocando arritmias e incrementando la posibilidad de sufrir un infarto.
Síndrome de sobreentrenamiento
Cuando entrenamos en exceso y no nos permitimos días de descanso entre las diferentes rutinas podemos padecer el llamado síndrome de sobreentrenamiento, cuyos síntomas son fatiga crónica, cansancio repentino y trastornos del sueño. En realidad, este síndrome es habitual en atletas profesionales, aunque también puede darse en personas que se ejercitan demasiadas horas al día sin permitirse días de descanso.
Mucho sueño
Muchos médicos, nutricionistas y psicólogos recomiendan practicar algún tipo de deporte porque cuando nos ejercitamos nuestro cerebro libera serotonina, la hormona que nos ayuda a ser positivos y nos proporciona estados de felicidad. Sin embargo, si la liberamos en exceso, en vez de sentirnos alegres, lo que la serotonina provocará en nuestro cuerpo es un estado de pesadez y mucho sueño.
Pérdida de masa muscular
Este riesgo está directamente ligado a la alimentación. Si tu alimentación no es balanceada (por ejemplo con exceso de bollería), al hacer exceso de ejercicio perderás masa muscular. ¡Ojo! Esto no significa que adelgazarás, sino que tus músculos se debilitarán, pudiendo provocarte dolores musculares a largo plazo.
Cambios de humor
Cuando nos ejercitamos en exceso y no descansamos estresamos todo nuestro organismo, lo que puede provocar irritabilidad, mal humor, enojo continuo e incluso depresión y baja autoestima.
Entrena sin excederte
Ya sabes, si quieres ponerte en forma, no pienses que podrás hacerlo si entrenas excesivamente todos los días. En cualquier plan de entrenamiento, también en los profesionales, los descansos son necesarios.
Generalmente se recomiendan entrenamientos alternados cada día o cada dos días, descansando siempre unos dos días en semana. Además, puedes alternar entrenamientos de alto impacto con otros más suaves, para favorecer diferentes tipos de funcionamiento corporal.
No pasa nada porque no acudas un día al gimnasio si te sientes cansada y no te extralimites cada vez que acudas a una clase de fitness. Haz lo que tu cuerpo pueda, pero no más.
Además, es importante que te pongas en manos de personas profesionales que puedan guiarte sobre cuál es el entrenamiento adecuado para ti.
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